La dieta media diaria de un europeo supone un consumo de entre 2.000 y 5.000 litros de agua, dependiendo del mayor o menor consumo de carne de rumiantes (bovino, ovino y caprino) y atendiendo al gasto hídrico que supone producir, transportar y comercializar esos alimentos.

Así lo ha señalado en declaraciones a EFEverde el presidente de la Real Escuela de Ingeniería española (RAI), el ingeniero agrónomo Elías Fereres, durante la Jornada "Agua y Seguridad Alimentaria" que ha celebrado hoy en Madrid el Euro-CASE, la organización que agrupa a las academias de ingeniería de 21 países europeos.

Fereres, coordinador del Euro-CASE 2011, ha explicado que el factor clave en las necesidades de agua de nuestra alimentación es la cantidad de carne que contenga, especialmente de vacuno, por lo que los ciudadanos han de ser conscientes de que "reduciendo el consumo de carne en su dieta están ahorrando agua".

El presidente de la RAI también ha llamado la atención sobre la cantidad de alimentos que se tiran en los países occidentales y el "desperdicio" de agua que esto supone.

Según las estimaciones de los ingenieros, los europeos desechan, de media, entre un 30 y un 40 por ciento de los alimentos que adquieren, "influidos en parte por la bajada que ha experimentado el precio de los comestibles respecto al nivel de vida en los últimos años", ha apuntado Louise Fresco, profesora de Ingeniería de la Universidad de Amsterdam.

"Este bajada en el precio de los alimentos ha hecho que cualquier ciudadano no dude en arrojar a la basura una lata de atún en cuanto ve que ha pasado un día su fecha de caducidad", ha agregado Fresco, quien ha destacado "la importancia de la planificación alimentaria para reducir el consumo de agua".

Los expertos europeos reunidos hoy también han puesto de manifiesto el "gran desequilibrio" existente en el mundo en lo que se refiere a seguridad alimentaria, en tanto que hay "millones de personas que se mueren de hambre porque no tienen qué comer, y otras tantas que padecen obesidad por comer demasiado", ha dicho José Sumpsi, ingeniero de la Universidad Politécnica de Madrid.

Por eso, Sumpsi ha subrayado que "urge" cambiar los patrones por los ha se rige la producción agraria y la gestión del agua, y hacerlos "más sostenibles".

Además, los ingenieros han constatado que el aumento de población en países emergentes, como China e India, y la sustitución en esos países de una dieta principalmente basada en el grano y los cereales a otra más rica en carne, disparará las necesidades de agua en los próximos años.

Sumpsi ha insistido, por ello, en que la solución pasa por "una mayor eficiencia, innovación e implantación de nuevas tecnologías en la producción de alimentos, especialmente en los países en desarrollo".

Los académicos de las escuelas de ingeniería europeas han coincidido también en que la nueva Política Agraria Común (PAC) que la Unión Europea negocia en estos momentos debe ir encaminada hacia una agricultura más sostenible y más integrada en la gestión ambiental.

Un rumbo que, según Fresco, no parecen estar siguiendo las negociaciones de la PAC, que vuelven a estar "más orientadas a las ayudas que a la coherencia ambiental".

El Euro-CASE, máximo órgano de representación de las academias de ingeniería europeas, con 6.000 académicos, está presidido por Lena Treschow, presidenta a su vez de la Real Academia de Ingeniería de Suecia.

Su encuentro de 2011 en Madrid ha sido inaugurado hoy por Josep Puxeu, secretario de Estado de Medio Rural, y por el comisario europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnik, a través de videoconferencia.