Con asombro, expectación y la obligada dosis de prudencia, la comunidad científica asistió ayer a un descubrimiento que, de confirmarse, podría cambiar radicalmente una parte importante de la física que se ha enseñado hasta el momento. Un experimento del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) denominado OPERA, en el que participan 160 investigadores de once países, ha puesto en duda la teoría de la relatividad de Einstein, que establece que no hay nada más veloz que la luz.

El hecho es que OPERA -un proyecto de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en inglés)- ha detectado anomalías en la velocidad de desplazamiento de los neutrinos, unas partículas subatómicas cuyas "enigmáticas características" han demostrado que pueden viajar a una velocidad ligeramente superior a la de la luz. La ratificación de estas conclusiones equivaldría a admitir la posibilidad de viajar al pasado, dado que la teoría einsteniana sostiene que ninguna partícula puede desplazarse más rápido que la luz y hacerlo implicaría que la recepción del "mensaje" se produciría antes de la salida de éste.

Según la teoría de la relatividad, la velocidad de la luz es el "límite de velocidad" impuesto por la naturaleza; es decir, no hay nada más rápido que la luz.

"Las mediciones indican una velocidad de los neutrinos, superior a la de la velocidad de la luz", constató Dario Auterio, miembro del Instituto de Física de Lyon (Francia) e integrante de OPERA.

"No podemos explicar los efectos observados en términos de las incertidumbres sistemáticas conocidas", añadió Auterio ante un seminario reunido en la sede del CERN, en Ginebra.

"Los resultados de los análisis realizados indican la llegada de neutrinos antes de tiempo con respecto a lo computado, asumiendo como cierta la velocidad de la luz", explicó el físico en sus conclusiones, que basó en una amplia base de pruebas científicas.

Los autores del experimento ofrecieron los datos y evitaron hacer interpretaciones más avanzadas. Solo manifestaron que el resultado ofrece una serie de "mediciones intrigantes".

El científico italiano agregó, sin embargo, que "las mediciones se han apoyado en una larga acumulación de estadísticas en OPERA, en el entorno de 16.000 operaciones, en el marco de una campaña geodésica precisa y de una serie de mediciones calibradas llevadas a cabo con técnicas diferentes y complementarias".