El Parlamento alemán (Bundestag) dio ayer el espaldarazo definitivo al "apagón" nuclear propuesto por la canciller Angela Merkel para 2022, que contó con el apoyo de los dos mayores partidos de la oposición a pesar de sus abiertas críticas por el oportunismo de una medida que recupera decisiones pasadas.

Tras tres horas de encendido debate, la mayoría de los diputados de la coalición gubernamental, formada por cristianodemócratas y liberales, y la totalidad de los parlamentarios socialdemócratas y de Los Verdes votaron a favor la medida.

El ministro de Medio Ambiente, Norbert Röttgen, aseguró en su discurso que ayer se trataba de apoyar el proyecto "popular" y "abiertamente positivo" que supone una "gran oportunidad" para "lanzar hacia adelante" Alemania. Su referencia a que el plan está "liderado por el Gobierno" suscitó el abucheo desde la bancada opositora, ya que hasta la catástrofe de Fukushima el Ejecutivo apostaba por la energía atómica y la oposición le exigía la desconexión de los reactores.