El papa Benedicto XVI defendió hoy el ingreso de Croacia en la Unión Europea como "algo lógico, justo y necesario", aunque reconoció que se puede entender que sectores de la sociedad croata se muestren escépticos ante esa entrada.

Esto se debe a que Europa -explicó- "se ha convertido en un centralismo demasiado fuerte que no tiene suficientemente en cuenta la historia y la riqueza de los pueblos que la conforman".

Benedicto XVI hizo estas declaraciones a los periodistas que le acompañan, en el avión que le llevaba de Roma a Zagreb en su primera visita de 48 horas a Croacia.

El papa aseguró que la mayoría de los croatas ve con alegría la entrada del país eslavo en la Unión Europea.

"Es lógico, justo y necesario que Croacia entre donde siempre, histórica y culturalmente ha estado", refirió.

Agregó que "se puede entender que un cierto sector esté preocupado y vea con escepticismo e incluso con miedo la entrada en una Europa ya hecha y construida".

"Se puede entender -prosiguió- ese miedo a un centralismo demasiado fuerte que no tiene suficientemente en cuenta la historia y la riqueza de los pueblos que conforman a la Europa unida".

El papa exhortó a renovar la unidad europea teniendo en cuenta las diferentes culturas y las raíces cristianas del viejo continente.

Benedicto XVI señaló que los croatas, como le dijeron en una ocasión un grupo de obispos de ese país, no son balcánicos sino centroeuropeos.

El pontífice resaltó la figura del cardenal beato Alojzije Stepinac, fallecido hace 50 años, a quien le tocó vivir durante la dictadura de las ustachas, aliados de los nazis, y después del comunismo.

De Stepinac resaltó que "salvó a judíos y gitanos" y que "fue un verdadero humanista".

Esta es la segunda vez que un papa visita Croacia, tras los viajes realizados por Juan Pablo II en 1994, 1998 y 2003.

La visita se realiza en el vigésimo aniversario de la independencia de Croacia de la antigua Yugoslavia y cuando el país se prepara para entrar en 2013 en la UE, una incorporación que apoya el Vaticano.