Las emisiones de gases contaminantes aumentaron el año pasado a unos niveles récord, una situación que disipa las esperanzas de controlar el calentamiento global de la Tierra, según una estimación de la Agencia Internacional de Energía (AIE) a la que ha tenido acceso el diario británico "The Guardian".

El fuerte incremento transforma en "utopía" el objetivo de impedir que las temperaturas suban más allá de los dos grados centígrados, afirma el economista jefe de la AIE, Fatih Birol. Además, todo parece indicar que la peor recesión global en 80 años ha tenido un efecto mínimo en las emisiones.

Según la información publicada por el diario, el año pasado se emitieron a la atmósfera 30,6 gigatoneladas (Gt) de dióxido de carbono, especialmente por los combustibles fósiles, un aumento de 1,6 Gt frente a 2009.

"Esta es la peor noticia sobre emisiones. Se está volviendo extremadamente desafiante mantenerse por debajo de los dos grados centígrados. La perspectiva es sombría", resaltó Birol.

Además, el profesor Lord Stern, de la London School of Economics, considera que de continuar esta tendencia hay un cincuenta por ciento de posibilidades de un aumento en las temperaturas promedio del mundo de más de 4 centígrados para 2100.

"Un calentamiento así puede interrumpir la vida y los medios de vida de cientos de millones de personas en todo el planeta, llevando a una migración masiva y al conflicto", agregó Stern.

Birol cree, no obstante, que se puede evitar un desastre si los gobiernos prestan atención a este calentamiento.

"Si tenemos medidas valientes, decisivas y urgentes muy pronto, aún tenemos una oportunidad de tener éxito", dijo.