La Audiencia Nacional ha fallado que Loterías y Apuestas del Estado pague 96.000 euros a una vecina de Hondón de los Frailes (Alicante) que, antes del sorteo extraordinario de Navidad de 2003, rompió "por error" un décimo del número que luego fue agraciado con el segundo premio.

Según el fallo de la juez del Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo número 4 de la Audiencia Nacional, María del Mar Fernández Romo, las pruebas practicadas permiten afirmar "sin duda alguna" que la demandante, P.T.M., compró el décimo premiado y que lo destruyó "de forma involuntaria" antes del sorteo.

El abogado de esta mujer, Vicente Amorós Torregrosa, relató que su clienta compraba desde hacía años el mismo número de lotería a un "pescadero" ambulante que, a su vez, adquiría un gran cantidad de décimos en la administración número 1 de la vecina Santa Pola.

Ese pescadero, José Antonio Sempere Baeza (conocido por todos como "El Lluano"), pasó a la historia en 2003 porque con su furgoneta repartió 660 décimos del número "24.625" entre pescadores y clientes del sur de la provincia de Alicante y poblaciones colindantes de la Región de Murcia, que a 96.000 euros por boleto supusieron un montante de más de 63,6 millones de euros.

Según el letrado, su clienta compró uno de esos décimos agraciados con el segundo premio de la Lotería de Navidad en octubre y dos semanas después lo rompió al confundirse cuando fue a comprobar si había sido premiado en un sorteo de ese mes.

Sin embargo, poco después fue consciente de su error y volvió a comprar otro décimo a "El Lluano", por lo que el incidente no evitó que ya en 2003 cobrara 96.000 euros, que ahora se doblarán si la Abogacía del Estado no recurre en apelación el fallo dictado por la Audiencia Nacional.