La vigésimo primera edición del Salón Internacional de la Alta Relojería abrió hoy sus puertas en Ginebra en un contexto favorable en el que la crisis ya parece ser cosa del pasado.

Los niveles de ventas del 2008, previos a la crisis económico financiera mundial que también afectó al sector, se han recuperado y las expectativas para este año son muy positivas.

"Los signos son muy alentadores y el salón se presenta bajo muy buenos auspicios. El segmento de la alta relojería progresó el año pasado más que las exportaciones relojeras en su conjunto", explicó Fabienne Lupo, directora general de la Fundación Alta Relojería que organiza el salón.

La relojería de alta gama se considera aquella que su precio de venta es, como mínimo, de unos 2.340 euros.

Los mercados emergentes son los que están liderando las importaciones de relojes de alta gama, sobre todo Asia, y en segundo lugar Oriente Medio, mientras que Europa y Estados Unidos siguen recuperándose.

El salón está vetado al público en general y sólo se puede acceder por estricta invitación de las marcas presentes, que quieren así mantener la exclusividad.

No obstante, se esperan unos 12.000 visitantes durante los cinco días que dura el evento, que tiene lugar en el salón de exposiciones de Ginebra, Palexpo, que pondrá a disposición 30.000 metros cuadrados.

Lnge & Söhne, Audemars Piguet, Baume & Mercier, Cartier, Girard-Perregaux, Jaeguer-Le Coultre, Montblanc, Parmigiani y Piaget entre otros, son algunas de las 19 marcas que presentarán sus últimas novedades.

Muchas son decanas, con más de 200 años de historia, tradición, y "savoir faire" a sus espaldas, lo que les confiere un prestigio y una extraordinaria capacidad de venta a precios exorbitantes.

En el marco del salón, se presentan dos exposiciones, una organizada por el Museo Beyer de Zúrich y otra de la marca Cartier.

El Museo Beyer presenta una colección de unas 80 piezas que trazan la historia de la relojería desde el reloj solar hasta hoy en día.

Por su parte, Cartier expone 280 piezas que representan un recorrido por la historia de la marca.

Por otra parte, esta misma semana se realiza en Ginebra la segunda edición de Geneva Time Exhibition (GTE), otro salón de relojería de alta gama, pero abierto no sólo a los expertos, sino también al público en general.

Unos 60 relojeros expondrán sus creaciones en el GTE, que espera unos 5.000 visitantes.

No es casualidad que el GTE tenga lugar en paralelo al Salón Internacional, dado que los organizadores del primero pretenden aprovechar la presencia de expertos, profesionales, coleccionistas y supuesto compradores en Ginebra.