Los detectives han constatado un aumento de las familias que investigan a la nueva pareja de uno de sus miembros porque temen que peligre el patrimonio familiar, según el grupo de investigadores privados Winterman, que también ha observado un incremento de los casos de ocultación de bienes.

"La crisis económica ha disparado los casos de familias que contratan a un detective porque temen que la nueva pareja de un familiar busque sólo el dinero", explicó ayer el presidente de la agencia de detectives Winterman, Josep María Vilamajor.

Asimismo, han aumentado las investigaciones por ocultación de bienes, porque "cada vez hay más gente que no puede cobrar el dinero que le deben porque el deudor se declara insolvente y utiliza testaferros para esconder su capital". Sin embargo, se han reducido los servicios financieros de primer nivel, es decir, las personas que contratan a un detective para saber si cierta persona existe, dónde vive y con quién se relaciona, antes de establecer una relación comercial.

Estos casos han caído en picado, porque la gente puede acceder fácilmente a esta información a través de internet o las redes sociales.

"Los casos menores han bajado, porque la gente intenta evitar los gastos superfluos, pero los asuntos en los que las personas intentan proteger su patrimonio han aumentado", aclaró Vilamajor.

El perfil del miembro de la familia que puede poner en peligro el patrimonio familiar es "un hombre de más de 40 años que contrae matrimonio o pretende hacerlo con una mujer joven, a menudo extranjera", según subrayó el presidente de la citada agencia.