Un "prión", agente patógeno de la enfermedad de las vacas locas, puede transmitirse por el aire a diferencia de lo que se pensaba hasta ahora, según un estudio suizo-alemán que recomienda precaución a laboratorios, mataderos y fábricas de pienso que manejan productos animales.

El profesor Adriano Aguzzi y un equipo de científicos de las universidades de Zúrich (Suiza) y Tübingen (Alemania) y del hospital universitario de Zúrich publican su estudio en la revista PLoS Pathogens.

Los resultados, que según Adriano Aguzzi fueron "totalmente inesperados", mostraron que el 100% de los ratones que fueron encerrados en cámaras especiales y expuestos a aerosoles con priones durante un minuto enfermaron.

Según el estudio, cuanto más tiempo duró la exposición a este patógeno menor fue el tiempo de incubación en los ratones y antes se manifestaron los síntomas clínicos de una enfermedad por priones -degenerativa del sistema nervioso central-.

Un "prión" -proteína carente de genoma y ácidos nucleicos- es el agente infeccioso que causó la epidemia de las vacas locas, nombre con el que se conoce popularmente la encefalopatía espongiforme bovina y que provocó la muerte de alrededor de 280.000 vacas en las últimas décadas.

Trescientos fallecidos

La transmisión del mal a los seres humanos, por ejemplo al ingerir productos procedentes de las vacas infectadas, causa una variante del mal de Creutzfeldt-Jakob, que se caracteriza por la destrucción progresiva de las células cerebrales y se ha cobrado la vida de casi 300 personas.

Se sabe también que los priones pueden transmitirse a través de instrumentos quirúrgicos contaminados y -aunque es más raro- mediante transfusiones sanguíneas, pero no se consideraba que pudiera ocurrir por el aire, a diferencia de virus como la gripe o la varicela.

Aguzzi recomienda a la luz de los resultados del estudio, que se adopten medidas de precaución adicionales en laboratorios, mataderos y fábricas de pienso, que carecen de protección frente a los aerosoles.

Sin embargo, el científico subraya que los resultados de esta investigación se obtuvieron con el uso de aerosoles producidos en el laboratorio y recordó que los pacientes afectados por la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob no exhalan priones.