De las 738 personas de origen marroquí y saharaui que entre 2006 y 2009 solicitaron el estatuto de refugiado, el Gobierno español solo se lo dio a diez, y a otras 19 les dio protección subsidiaria y permiso de residencia.

Estos datos se desprenden de las últimas estadísticas de la Oficina de Asilo, dependiente del Ministerio del Interior, que no diferencia entre las personas con pasaporte marroquí y las que se declaran de origen saharaui.

Desde la pasada semana, otros 22 saharauis, que se encuentran detenidos en el Centro de Internamiento de Extranjeros de El Matorral (Fuerteventura), esperan la respuesta del Gobierno para saber si podrán disponer o no de asilo político.

De las 73 peticiones de asilo demandadas por marroquíes y saharauis en 2009, el Ministerio no aceptó ninguna; lo mismo sucedió en 2006, cuando se solicitaron 281.

Por el contrario, en 2008 se pidieron 121 y se otorgaron tres; y en 2007 se aceptaron siete de las 263 demandadas.

El motivo por el que hasta ahora no se ha hecho esta distinción entre marroquíes y saharauis, "de vital importancia para poder hacer un seguimiento de los datos", es porque "no todos se declaran de origen saharaui, o bien dicen ser de origen saharaui y no lo son", declaró la portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para el Refugiado en España (ACNUR), María Jesús Vega.

La portavoz de ACNUR indicó que en los caso de aquellos a los que no se les ha dado ni el reconocimiento de su estatuto de refugiado ni tampoco protección subsidiaria, es decir, a 709 personas, se puede recurrir la decisión del ministerio, regular su situación mediante la Ley de Extranjería o retornar a su país de origen.

La diferenciación entre estatuto de refugiado y protección subsidiaria radica, según Vega, en que en el primer caso el Gobierno lo otorga exclusivamente cuando se trata de persecución individualizada.

Sin embargo, gracias a la nueva ley 12/2009 que regula el derecho de asilo y la protección subsidiaria, uno y otro estatus dan los mismos derechos a sus beneficiarios dentro del territorio español.

Los marroquíes han estado los últimos cinco años entre las diez primeras nacionalidades que han solicitado asilo junto con los nigerianos, colombianos y marfileños, según reflejan los datos del citado ministerio.

Picos de solicitudes

En el caso de los saharauis, ha habido dos picos de incremento de sus peticiones: en 2005, después de que tuviera lugar una intifada saharaui, y en 2010, cuando el Ejército marroquí desmanteló el campamento de protesta instalado a las afueras de El Aaiún.

Según ACNUR, en el pasado año alrededor de 120 marroquíes solicitaron asilo, aunque el ministerio aún no ha hecho públicos los datos. ACNUR asegura que para dar visto bueno a la petición de asilo es suficiente con un relato coherente de la persecución que cuente el motivo por el que ha salido y qué le podría pasar de ser retornado.

La responsable de ACNUR en España destacó que se han percatado de que en Canarias hay personas que han pedido dos o tres veces asilo político, una demanda que se ha reactivado tras los últimos incidentes en El Aaiún.

"Temen ser devueltos y ante las nuevas circunstancias que se han dado en sus lugares de origen han vuelto a pedir asilo". A su juicio, los 22 saharauis que llegaron el pasado miércoles a Fuerteventura y que en estos momentos formalizan sus peticiones de asilo político ante los funcionarios del Ministerio del Interior, sólo tendrán que dar argumentos sólidos.

"También sería importante algún tipo de documento o prueba que puedan añadir a sus alegaciones", agregó María Jesús Vega, quien indicó que cuatro días después de que finalice este proceso, los saharauis tendrán que recibir una respuesta del Gobierno sobre si su petición ha sido admitida a trámite.