Un grupo de expertos ha ideado un prototipo de robot, llamado "Ursus" y fabricado con dos brazos móviles, que invita a niños con discapacidad en las extremidades superiores o con parálisis cerebral a imitar su movimiento a fin de mejorar sus capacidades físicas y cognitivas.

Este prototipo, que se presentará el 20 de enero en León, es un asistente terapeuta de aluminio y con aspecto exterior de osito de peluche que, además de enseñar a los niños a hacer movimientos con los brazos, codos, hombros y muñecas, registra con una cámara las posiciones de las articulaciones para hacer un seguimiento del aprendizaje de los discapacitados.

Así lo ha explicado el profesor de Arquitectura y Tecnología de Computadores de la Universidad de Extremadura, Pablo Bustos, quien es además director del proyecto, en el que trabajan también otros expertos de dicha Universidad en colaboración con el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, cuyos enfermos son los encargados de probar los avances del robot.

Al tener una cámara implantada en la cabeza, el robot registra los movimientos además de estimular y animar al paciente con un sistema de voz en caso de que no los esté haciendo correctamente, al tiempo que monitoriza y anota la mejoría en cada caso, ha explicado.

Es un sistema útil tanto para los pacientes como para los propios terapeutas, porque gracias a este robot los profesionales pueden modificar o mantener su modo de trabajar con el niño en función de los resultados que anote el sistema, que al estar robotizado siempre serán más precisos que los que puede registrar una persona.

"Este robot en concreto es un prototipo, pero la idea es terminarlo a lo largo de este año 2011 y poder extender este sistema a más aplicaciones que vayan en la misma línea", ha adelantado.

"La demanda de este tipo de sistemas existe", por ello uno de los principales objetivos es fabricarlo del modo más económico posible para que se pueda implantar en centros de discapacitados o incluso poder comercializarlo para conseguir que esté en los domicilios de los pacientes, ha manifestado.

Bustos ha explicado que "si el prototipo funciona bien y se valida en las pruebas que se están haciendo, entraría una empresa tecnológica para hacer la parte de producción".

En todo caso, Bustos ha detallado que la tecnología en este tipo de sistemas es cara, por lo que, abaratando los costes lo máximo posible, no se podría hablar de comercializar un ejemplar similar a este prototipo por menos de 6.000 euros.

En este proyecto se ha utilizado una tecnología muy simple para poder cumplir ese objetivo, ya que los brazos que conforman la estructura del robot son expresivos y enseñan ejercicios de movimiento, pero apenas pueden levantar peso.