Greenpeace pidió ayer al Gobierno que deniegue la autorización para explotar los nuevos pozos de Repsol en Tarragona tras el último vertido frente a las costas de La Pineda de Vila-seca, el segundo en pocas semanas después del ocurrido el 22 de diciembre en Sant Carles de la Ràpita.

Greenpeace denuncia el tercer vertido de hidrocarburos en la costa de Tarragona en menos de un mes, el último de los cuales "puso en peligro las playas de Salou y La Pineda".

El pasado domingo aparecieron dos manchas de fuel frente a la costa tarraconense, una provocada por las actividades de Repsol en el pantalán y la otra, todavía de fuente incierta.

La organización ecologista recuerda que estos vertidos son una advertencia de los peligros y de los graves impactos sobre el medio ambiente y la economía tarraconense si el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino aprueba la explotación de Montanazo y Lobina, los dos nuevos pozos de Repsol.

"Ante la incapacidad de la industria petrolera de garantizar la seguridad ambiental de sus instalaciones, el Gobierno no debería dar luz verde a nuevos pozos de petróleo ni en Tarragona ni en ningún otro lugar", ha declarado la responsable de la campaña Transporte de Greenpeace, Sara Pizzinato.

El pasado 23 de diciembre, ignorando los vertidos de hidrocarburos ocurridos pocos días antes en la costa tarraconense, el Consejo de Ministros autorizó nuevas prospecciones petrolíferas en cuatro zonas costeras españolas.

La compañía Repsol prevé que el próximo verano entren en producción los dos nuevos pozos de petróleo situados frente a las costas del Delta del Ebro, en la provincia de Tarragona, que permitirán quintuplicar la producción de barriles que a diario procesa la plataforma Casablanca.

Salvamento Marítimo dio ayer por finalizado el operativo de limpieza del vertido de fuel en la costa de Tarragona tras la inspección realizada y comprobar que ya no hay restos de crudo.

El vertido fue de entre 5.000 y 15.000 litros de fuel y se detectó a la altura de Cap Salou, tras una primera mancha de 100 litros.

La subdelegada del Gobierno central en Tarragona, Teresa Pallarès, explicó que el domingo se avanzó mucho en las tareas de dispersión mecánica del vertido, por lo que "afortunadamente, tal y como se preveía, no ha llegado a las playas".

Pallarès agradeció el rápido aviso de Repsol de un primer vertido de 100 litros en el pantalán de La Pineda (Vila-seca), cuya inspección permitió descubrir un segundo escape más importante que se extendía de modo discontinuo más de dos kilómetros cuadrados frente a Cap Salou.

"Con todas las cautelas, los primeros análisis indicarían que el origen del segundo vertido es el mismo que el primero, más pequeño; en un principio parecía una composición diferente, pero es muy probable que haya relación entre las sustancias", avanzó Pallarès.

Repsol no se había responsabilizado de la segunda mancha, pero la subdelegada indicó que, si las pruebas analíticas son positivas, "la empresa se hará cargo".

Los resultados definitivos de los análisis se conocerán "en ocho o diez días", y se adjuntarán al expediente informativo que se abre de oficio en cada episodio de contaminación "para saber exactamente qué ha pasado". Este vertido es el tercero en tres meses en las costas de Tarragona, por lo que la subdelegada no ocultó la necesidad de impulsar "una tarea más proactiva de análisis de los protocolos de seguridad para evitar fugas".