La sonda Kepler de la agencia espacial estadounidense NASA ha descubierto su primer planeta rocoso, denominado "Kelper-10b" que tiene 1,4 veces el diámetro de la Tierra y es, por tanto, el planeta fuera del Sistema Solar más pequeño localizado hasta ahora.

El descubrimiento de este planeta se produce después de más de ocho meses de recolección de datos por la sonda entre mayo de 2009 y principios de enero de 2010, informó hoy la NASA en un comunicado.

"Todas las capacidades que tiene Kepler han convergido para hallar la primera prueba sólida de la existencia de un planeta rocoso que orbita una estrella distinta a nuestro sol", señaló Natalie Batalha, la responsable adjunta del equipo científico del Centro de Investigaciones Ames de la NASA en Moffett Field (California) y autora principal de un artículo sobre el descubrimiento que publicará el Astrophysical Journal.

"El equipo de Kepler se comprometió en 2010 a encontrar la huella reveladora de planetas pequeños en los datos (que recoge la sonda) y eso está comenzando a arrojar sus resultados", agregó.

Los instrumentos de Kepler tienen una precisión enorme y pueden medir la minúscula disminución en la luminosidad de una estrella que se produce cuando pasa por delante un planeta.

El tamaño del planeta puede ser calculado por esta reducción periódica de la luminosidad, según la Nasa.

La distancia entre el planeta y la estrella se calcula midiendo el tiempo que pasa entre los sucesivos cambios de luminosidad cuando el planeta orbita la estrella.

La sonda Kepler es la primera misión de la NASA capaz de encontrar planetas del tamaño de la Tierra en o cerca de la zona habitable, la región en un sistema planetario en la que puede existir agua en la superficie del planeta.

No obstante, dado que completa una órbita una vez cada 0,84 días, Kepler-10b se encuentra más de 20 veces más cerca de su estrella que Mercurio con el Sol y no está, por tanto, en la zona habitable.

El planeta rocoso tiene una masa 4,6 veces superior a la de la Tierra y una densidad media de 8,8 gramos por centímetro cúbico.