Ya no llamamos a los familiares o amigos que se encuentran en el extranjero. O por lo menos no lo hacemos a través del teléfono. La culpa de ello la tienen los servicios como el que ofrece la compañía Skype que hacen que hablar con los nuestros sea más fácil y, sobre todo, no se refleje en la factura del teléfono a final de mes.

Según un estudio de TeleGeography, el crecimiento en el tráfico de llamadas internacionales ha caído mientras que el tráfico internacional a través de Skype continúa creciendo. El tráfico telefónico creció un 4% en 2010, 413 millones de minutos, frente al crecimiento del 5% que se produjo en 2009, muy lejos de la tasa media de crecimiento del 15% alcanzada en las dos décadas anteriores.

Un factor que contribuye a la desaceleración, según TeleGeography, es la profunda recesión de 2007-2009 que afectó a la demanda empresarial para las comunicaciones internacionales y la capacidad de muchos consumidores de pagar por las llamadas telefónicas internacionales.