La ola de frío y nieve que azota el centro de Europa ha provocado serios problemas de tráfico en el este de Austria, mientras que en los Alpes del oeste las autoridades han elevado la alarma de peligro de aludes.

En el estado federado de Burgenland, junto a la frontera con Hungría, la copiosa nieve que cayó toda la noche provocó varios accidentes de tráfico, con un total de siete heridos, y los bomberos tuvieron que acudir a rescatar vehículos, informó hoy la Oficina Central de Seguridad de la ciudad de Eisenstadt.

En la región se formaron gruesas capas de nieve, de hasta 15 centímetros, y los equipos especializados trabajan sin cesar para liberar las carreteras y autopistas.

Por otro lado, en los estados occidentales de Vorarlberg y Tirol, las autoridades han elevado a "3", de una escala de 0 a 5, la alarma de riesgo de avalanchas, especialmente a más de 2.000 metros de altura, y advirtieron a los esquiadores que no se salgan de las pistas preparadas.

No obstante, según los meteorólogos las precipitaciones disminuyen este sábado y se espera incluso que salga el sol.

Ya esta mañana la mayor parte de la República Checa amaneció con el cielo despejado y un fin de semana que se augura ideal para los amantes de deporte blanco, tras una semana de fuertes nevadas y la declaración del estado de emergencia en varias zonas montañosas del norte, donde hasta ahora no se produjeron víctimas.

A pesar de las bajas temperaturas de hoy, que oscilarán entre -9 y -6 grados centígrados, los meteorólogos han anunciado condiciones inmejorables para el esquí, pero han alertado también sobre el peligro de aludes.

Las autopistas y carreteras de primera categoría del país centroeuropeo se encuentran operativas, si bien la víspera las conexiones ferroviarias internacionales acumularon retrasos de más de una hora sobre el horario previsto, debido al fuerte temporal de nieve.

En Eslovaquia la situación es también de normalidad, y mucha gente ha salido de la ciudad en busca de las pistas de esquí, debido a las buenas condiciones.

Ya se ha restablecido el tráfico en el Puente Nuevo de Bratislava, donde la víspera estalló una cañería en el restaurante en lo alto de esta obra arquitectónica, y que creó grandes témpanos de hielo, poniendo en peligro el tráfico rodado.