La Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir) presentará una denuncia conjunta el próximo 27 de enero ante la Fiscalía General del Estado, en referencia a los casos de "niños robados" en España y espera que se sumen todos los afectados de Canarias, tanto los de la provincia de Las Palmas, como los de Tenerife, que están en relación directa con la antigua Casa Cuna.

El abogado de Anadir, Enrique Vila Torres, manifestó que ya hay precedentes, como la decisión del fiscal jefe de Algeciras (Cádiz), Juan Cisneros, de iniciar una investigación para determinar el paradero de diez niños nacidos en los años 60 en el Campo de Gibraltar, que figuran como fallecidos al nacer.

Esto ha impulsado al abogado valenciano a presentar más demandas, en contra de la opinión de Manuel Campos, coordinador de la Fiscalía de Menores de Santa Cruz de Tenerife, quien señaló que, de haber algún delito, "habría prescrito a los cinco o a los diez años". Asimismo, Campos aseguró que la Fiscalía tinerfeña no ha recibido ninguna denuncia al respecto.

Por su parte, Cristina Valido, consejera de Asuntos Sociales del Cabildo de Tenerife, actual presidenta del IASS, organismo que gestiona la antigua Casa Cuna, indicó que no tiene nada que decir.

En el mismo sentido se pronunció la Consejería de Bienestar Social del Gobierno canario.

Enrique Vila hizo hincapié en que es preciso distinguir entre las adopciones legales, como la suya y la irregularidad que se cometió durante un largo periodo de tiempo en España, fundamentalmente en las décadas de los años 60 y 70, donde se quitaba a los bebés a sus madres y se entregaban a otras familias a cambio de dinero. Vila señala por propia experiencia que cada persona tiene necesidad de conocer a sus progenitores.

Los sociólogos hablan de los problemas derivados de las adopciones irregulares, como el derecho de la identidad, a saber quién eres y de dónde procedes.

Antonio Barroso, presidente de Anadir, también sospecha de sus orígenes. En poco tiempo contactó con otros 60 afectados, que han sido los primeros en plantear una denuncia colectiva en la Audiencia Nacional por manipulación de sus partidas de nacimiento, para facilitar su adopción irregular.

El abogado que asesora a Anadir, Enrique Vila, apuntó que un 15% de los casos que llegan a su despacho buscando a padres biológicos descubren que no han sido adoptados y que la madre que figura en la partida de nacimiento nunca ha estado embarazada.

Este proceder sólo se explica en el ambiente que existía en España en los años 60, donde adoptar era casi una vergüenza y era bastante común que se inscribiera como hijo natural a un niño que había llegado a esa casa por otras vías.

En esos años, la legislación no protegía al niño, más bien tenía en cuenta a los padres. Por eso no existe documentación fiable. Era común que los padres biológicos dieran datos falsos o estos se omitieran de una forma u otra. A los adoptantes se les pedía un dinero, supuestamente para los gastos.

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Buscan su origen y reclaman justicia

Las personas que en su día fueron objeto de adopciones irregulares en España reclaman justicia. Algunos llevan años buscando a sus madres, otros acaban de empezar, y casi todos han iniciado su búsqueda cuando sus padres adoptivos han muerto o están en malas condiciones para dar explicaciones. El secreto a voces de que en clínicas como la de San Ramón en Madrid, que se cerró tras una investigación, se había traficado con bebés robados a sus madres nada más nacer, ha vuelto a saltar a la actualidad tras los programas de "niños robados" emitidos en televisión. Son trágicas las historias de niños, ahora adultos, que han descubierto que su vida tiene un origen desconocido para ellos. Enrique Vila, abogado de Anadir, explica que resulta muy difícil obtener documentación veraz, porque se falseaban los datos de la partida de nacimiento. Este letrado representa a más de un centenar de valencianos que sospechan que fueron robados a sus padres biológicos tras el parto y a continuación fueron entregados a otras familias en adopciones fraudulentas. En algunos casos se comunicaba a la madre que su hijo había muerto y era entregado a otra mujer, aunque el instinto maternal de la madre biológica le decía que el niño seguía vivo. La Asociación de Memoria Histórica también busca a "niños robados" durante los años de la guerra española, pero no tiene nada que ver con los casos anteriores.