Ecologistas en Acción ha denunciado que ninguna comunidad autónoma con costa se salva de la degradación, que atribuye a la intensa transformación del territorio, los vertidos, la regeneración de las playas o la permisividad de las Administraciones.

En su informe sobre Banderas Negras 2010 "Caos en la costa", destaca que la apuesta por proyectos como el puerto canario de Granadilla o de Marina de Cope (Murcia), el modelo de playas de Barcelona o la permisividad de los vertidos de hidrocarburos en el Estrecho aceleran el proceso de degeneración.

Aprecia una falta de rumbo de las Administraciones y la aplicación de parches a los problemas reales, por lo que "documentos claves" para el futuro de la costa como la Estrategia de Sostenibilidad y el Plan nacional de adaptación al Cambio Climático son "despreciados".

Respecto a la degradación por la "intensa transformación del territorio" cita el Plan de Ordenación del Litoral de Galicia, los desarrollos urbanísticos de cinco municipios cántabros: Argoños, Arnuero, Escalante, Piélagos y Miengo; la totalidad de la ocupación de la costa de Marbella y Fuengirola o la Costa Blanca con Marina D''Or y el pintoresco Barrio de Pescadores del Cabanyal.

La "histórica ocupación" de La Manga, Huelva, la desplanificación de Matalascañas (Cádiz), la "Arboleda perdida" en el Puerto de Santa María y Baleares, con las áreas de reconversión territorial y la costa de Andratx, son también recordados.

Apunta a proyectos urbanísticos que continúan con la "escalada depredadora" que degrada y desnaturaliza la costa, como Marina de Cope y "su intención de destrozar el tramo más extenso de costa virgen", la Bahía del Hornillo y su urbanización (Murcia) o Torrevieja y el campo de golf.

A estos casos suma Mallorca, con el crecimiento en campos de golf; Asturias y la amenaza al Monumento Natural de la Turbera de las Dueñas; Euskadi y su intento de un Guggenheim II en una Reserva de la Biosfera; Andalucía con actuaciones en Chipiona, Tarifa y Estepona.

Ecologistas en Acción denuncia que las autonomías se saltan sistemáticamente la Directiva Marco de Aguas, ya que, ninguna depura y reutiliza sus aguas como la ley contempla y se incumple el tratamiento de los vertidos al mar que establece la ley de Costas.

Otorga diez banderas negras a los casos más degradados por el vertido de aguas residuales urbanas a Barcelona y su área metropolitana o los parques naturales de la Comunidad Valenciana, especialmente la Serra Gelada y la Albufera de Valencia.

El parque natural de Ses Salines en Ibiza y Formentera, el Mar Menor, la bahía de Algeciras, Ceuta, la ría de Vigo, el País Vasco, la ría del Carmen en Cantabria y el descontrol de los vertidos en "toda Canarias" también merecen este galardón.

El informe aborda el impacto por los vertidos industriales y alerta sobre las zonas más contaminadas, como la ría de Huelva, con industrias de diferente naturaleza y zonas altamente contaminadas.

Señala que la bahía de Portman, en Murcia, es el punto más contaminado por metales pesados de todo el Mediterráneo y que en el estuario del Guadalquivir los vertidos de las minas afectan a la reserva pesquera de la zona.

Se refiere a la ría de Navia, afectada por los continuos vertidos de la papelera ENCE; a la del Ferrol y la actividad de Reganosa; al Puerto industrial de Sagunto, con actividades térmicas y de refinería; a la ría de San Martín de la Arena en Cantabria, con la contaminación por vertidos mineros, y Vizcaya, donde se amplían las zonas contaminadas y, por la falta de prevención, aumenta el número de especies invasoras marinas.

Rechaza el "derroche" de 230 millones de euros anuales en las "mal llamadas" regeneración de playas y reordenación del litoral, como en La Almadraba en la Comunidad Valenciana; la Barceloneta, en Barcelona; el Mar Menor o las playas del Puerto de Santa María (Cádiz).

Alude a la construcción de una playa artificial en Ferrol y a la extracción de arenas marinas frente a la Costa del Sol para abastecer las playas urbanas de Málaga.

Denuncia el impacto de estas acciones sobre espacios protegidos de Ceuta, en Castrillón (Asturias), la playa de la Cuchía, en Cantabria, y en playas de Vizcaya para abastecer de arena la de Castro Urdiales, en Cantabria.