España recibió ayer críticas por el trato a los inmigrantes, y elogios por sus políticas sociales en materia de igualdad, al someterse al examen de derechos humanos de la ONU, una sesión en la que varios países le pidieron investigar los crímenes del franquismo. Durante más de tres horas, la sala XX del Palacio de Naciones, la de los derechos Humanos fue escenario del Examen Periódico Universal, un mecanismo establecido en 2008 y por el que deben pasar todos los países.

El secretario de Estado de Asuntos Constitucionales, José Luis de Francisco, que encabezaba la delegación española, presentó el informe español y destacó que "para el Gobierno, la promoción de los derechos humanos constituye uno de los ejes principales de actuación, tanto en el plano internacional como interno".

De Francisco desgranó la ratificación por España de numerosos tratados al respecto, además de hacer hincapié en la adopción de importantes leyes de carácter social en materia de igualdad, lucha contra la violencia de género, la ley de dependencia, la ley que permite el matrimonio de homosexuales o la introducción de la asignatura de Ciudadanía.

La delegación española tuvo que responder a numerosas cuestiones respecto al trato a los inmigrantes y a colectivos como los gitanos, y expuso que "el abanico de derechos y libertades de los extranjeros en España es casi como el de los españoles".

Un asunto que planeó sobre la sesión, y que plantearon varios países latinoamericanos, es el de la investigación de los crímenes del franquismo, a la luz de las denuncias de varios organismos de la ONU, así como de ONG, por la imposibilidad de avanzar en España y las causas abiertas contra el juez Baltasar Garzón.