El jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario de La Candelaria, Horacio Pérez, dijo que es preciso pensar en redistribuir los recursos económicos de la sanidad debido al aumento de la esperanza de vida de los ciudadanos.

Indicó que está cambiando el tipo de población, pues se ha conseguido bajar la mortalidad por cardiopatía, por lo que se vive más y hay más morbilidad, y recordó que la esperanza de vida media de los varones está en torno a los 78 años y la de las mujeres a los 82.

Como se viven más años, a los servicios hospitalarios de urgencias cada vez llegan más personas con elevada edad, que se valen por sí mismas y demandan seguir con su calidad de vida, declaró Horacio Pérez, quien añadió que por esta razón cada vez más se operan y arreglan las válvulas y arterias a pacientes con edad más avanzada, con arterias más difíciles y más tortuosas.

Estos cambios llevarán a redistribuir los recursos económicos, ya que los pacientes de mayor edad, por lo general, consumen más estancia hospitalaria, que es cara, recordó Horacio Pérez.

Conciencia poblacional

El jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario de La Candelaria insistió en que la solución no es cosa sólo de los profesionales, sino también de la población, que tiene que concienciarse del problema, y de las autoridades, que tienen que ayudar a encauzarlo y saber cómo se distribuyen los recursos.

Aseguró que en el Hospital Universitario de La Candelaria, como en otros centros, aumentan progresivamente, el número de pacientes de más de 80 años que requieren este tipo de intervención, bien quirúrgica o por cateterismo.

También manifestó que la salud cardiovascular de los ciudadanos canarios es prácticamente igual que la del resto de españoles, si bien hay una mayor incidencia de las enfermedades cardiovasculares de tipo adquirido.

Esta incidencia se cree que puede deberse a factores alimentarios, ya que hay una mayor proporción de obesos y diabéticos. Sin embargo no se sabe con certeza, así es que se achaca a una suma de varios factores.

Respecto a los factores que causan cardiopatías, están los genéticos, y los adquiridos (el tabaquismo, el sedentarismo, el sobrepeso, el exceso de colesterol). Pérez señaló que los factores de riesgo no son sumatorios, sino que se multiplican (no es lo mismo cinco más cinco, que cinco por cinco) y reconoce que empieza a haber estudios epidemiológicos que apuntan hacia otros factores ambientales como la contaminación.

La contaminación supone disminuir la cantidad de oxígeno. Así, por las arterias coronarias (las carreteras), circulan los hematíes (las guaguas), que transportan oxígeno (los pasajeros), que van a los diferentes órganos del cuerpo (el destino).

Este experto explica que si hay daño el algún punto de la cadena (carreteras, guaguas, o pasajeros), se llega mal o no se llega al destino (el corazón), y aparece la enfermedad.

En cuanto a la atención cardiovascular a los pacientes, afirmó que en Canarias es buena, pero como todas las cosas mejorable.

Indicó que en el Archipiélago canario hay cuatro grandes hospitales, bien dotados y preparados, con personal cualificado para resolver los problemas de los enfermos con cualquier tipo de cardiopatía.