Una tercera parte de los más de 900 millones de personas sumidas en la pobreza extrema en el mundo pertenece a comunidades indígenas, víctimas de un legado de discriminación e injusticias históricas, asegura un informe de la ONU difundido ayer.

Este estudio, el primero encargado por la ONU sobre la situación global de los pueblos indígenas, denuncia que los 370 millones de indígenas del mundo "constituyen una parte desproporcionada de la población pobre, analfabeta y desempleada" del planeta.

"Los pueblos indígenas sufren las consecuencias de injusticias históricas, como la colonización, la pérdida de sus tierras y recursos, la opresión y la discriminación", asegura el informe dado a conocer ayer en la sede de la ONU por el Foro Permanente para Asuntos Indígenas del organismo.

Según sus autores, una tercera parte de los 900 millones de personas más pobres del planeta son indígenas, pese a que sólo constituyen el 5% de la población mundial.

Más posibilidades

Señala que, por ejemplo, un indígena en Paraguay tiene una probabilidad 7,9 veces más alta de ser pobre que el resto de la población. Esa misma cifra en Panamá es 5,9 veces, de 3,3 veces en México y de 2,8 veces en Guatemala.

"Los estudios de las condiciones socioeconómicas de los pueblos indígenas en América Latina demuestran que ser indígena se asocia con la pobreza y que, con el paso del tiempo, esa condición ha perdurado incluso entre los que tienen estudios", se afirma en el documento de la ONU.

También denuncia que los trabajadores indígenas en esta región cobran de media la mitad que los no indígenas, en gran parte debido a la discriminación y la brecha en la calidad de la enseñanza, particularmente en Bolivia.