Algo tienen las cabalgatas de Reyes que a todos los que asisten, independientemente de su edad, les trasladan a otra realidad en la que monarcas llegados de tierras lejanas y ataviados con extraños ropajes obsequian a todo el que se le acerca con caramelos, al mismo tiempo que los personajes de Disney saludan y desean buena suerte por doquier y decenas de pajes, muñecos, superhéroes y demás personajes mágicos se encargan de averiguar quién se ha portado bien y por lo tanto recibirá todo tipo de regalos a la mañana siguiente.

Da igual el punto de Canarias, ayer Melchor, Gaspar y Baltasar hicieron un esfuerzo y consiguieron visitar a los mayores en sus residencias y a los niños que no gozan de buena salud en los hospitales, y les dio tiempo para desfilar con toda su grandeza por las calles y luego, cuando ya todos dormían, dejarles regalos a los que se portaron bien y carbón al resto.

Santa Cruz de Tenerife.- La magia fue el argumento por excelencia del acto de bienvenida de los Reyes Magos a la capital tinerfeña. El espectáculo, que abarrotó con 22.000 personas el estadio Heliodoro Rodríguez López, presentaba este año una novedad difícil de sortear, como era suprimir el descenso a pie de césped de Sus Majestades de Oriente a bordo de un helicóptero. La solución, que resolvió con expectación y brillantez el momento más esperado de la tarde, fue un número de ilusionismo protagonizado por el mago Pablo, que hizo aparecer en una tarima instalada en el centro del terreno de juego a los tres Reyes, haciéndolos desaparecer con antelación en la base militar de Los Rodeos, adonde llegaron tras dos emocionantes pasadas en la aeronave por el recinto deportivo. Los más pequeños fueron los auténticos protagonistas del acto, que se fundamentó en el sueño de un niño que se transformó en dragón y que necesitaba de la ayuda de varios personajes y los presentes para conseguir el calor de las buenas acciones y así convertirse en Estrella de Oriente, para guiar a los Reyes para que pudieran repartir sus juguetes en la Isla. Alrededor de las 19:00 comenzaba la cabalgata, con cientos de participantes en una comitiva que recorrió varias calles de la ciudad para concluir en la plaza de La Candelaria.

La Laguna.- Ni la impertinente lluvia que mojó la ilusión al principio de la cabalgata, sobre las 19:00 horas, pudo ayer aguar la fiesta en La Laguna, tras la suspensión de 2009. Todo comenzó precisamente con agua. Sobre las 16:15 horas, y como es ya tradición, dos camiones de bomberos recibieron con un espectacular cruce del líquido al avión "Baifo" (bautizado así por un realejero tras un concurso), propiedad de la compañía Binter, que trajo a los Reyes Magos al aeropuerto de Los Rodeos ante un numeroso, ansioso y entusiasta público infantil. Del "Baifo" se pasó a una limusina, en la que sus Majestades recorrieron diversos barrios para, ya en la plaza del Cristo, montar en sus legendarios camellos y, acompañados de unos 2.000 figurantes que recrearon infinidad de personajes, hacer las delicias de unas 80.000 personas que abarrotaron el casco, según datos de Fiestas. Esta vez, la lluvia se mezcló con lágrimas de alegría y ganas de abrir regalos.

Norte de Tenerife.- Los Reyes Magos de Oriente, a pesar de la lluvia registrada en algunas zonas, atravesaron los municipios del Norte repartiendo dulzura e ilusión entre los más pequeños, en sendas cabalgatas en las que se recreó el espíritu de aquella noche mágica en la que, guiados por una estrella o cometa, llegaron hasta Belén, donde, según la tradición cristiana, adoraron al niño Jesús, en el portal. Desde Tacoronte hasta la Isla Baja, pasando por El Sauzal, La Victoria, La Orotava, el Puerto de la Cruz, Los Realejos, La Guancha, Icod y Garachico, se sucedieron las cabalgatas, que causaron la delicia entre los niños y adultos. Como anécdota digna de reseñar, en el Puerto de la Cruz, los camellos de Melchor y Baltasar protagonizaron un pequeño revuelo porque se negaban a ir separados, por lo que se optó por que fueran juntos de nuevo.

Sur de Tenerife.- La mágica noche de Reyes envolvió a toda la comarca, desde Candelaria a Santiago del Teide. Sus Majestades de Oriente contaron incluso con el apoyo de la Escuela Municipal de Patinadores, como fue el caso en la Villa Mariana, donde recogían las cartas de los niños más rezagados y que todavía no las habían enviado. En Adeje, los Reyes hicieron furor entre los niños al verlos bajar del helicóptero, ya casi de noche, mientras que en Granadilla de Abona tuvo lugar una de las cabalgatas más tempranas, iniciándose a las 17:30 horas. Eso sí, en ninguno de los recorridos faltaron las golosinas y toneladas de caramelos fueron repartidas entre los niños.

La Palma.- Catorce pueblos, con catorce paradas. Todas en el mismo instante. No hace falta entenderlo, es magia y sólo las Majestades del lejano Oriente pueden hacerla. Son tres pero, anoche, en la Isla Bonita, bien parecían 100. Este año, con el desalentador esfuerzo añadido de que las carreteras no están bien, por culpa de un triste temporal. Se las han tenido que ingeniar para llegar sin falta, sin excusas, a todos los hogares, incluidos aquellos de Fuencaliente hacia los que ya no hay camino. Pero la noche de ayer no atendía a preocupaciones de mayores, sino a la ilusión de los más pequeños, de esos que cuando sonríen ante cualquiera de los tres Reyes Magos hacen compensar el esfuerzo económico que, este año más que nunca, realizan las familias palmeras.

La Gomera.- A Sus Majestades les dio tiempo de visitar todos los municipios gomeros y cumplir sus promesas de entregar un regalo a todos los niños que se portaron bien durante este último año. En San Sebastián volvieron a acudir a la iglesia de la Asunción para la Adoración del Niño Jesús. A su salida un pequeño tren los esperaba para transportarlos hasta la plaza de Las Américas, en donde no dudaron en acercarse a todos los pequeños que querían entregarles las cartas con sus peticiones.

El Hierro.- Una vez más, se cumplió con la tradición y sus Majestades realizaron sus cabalgatas en las calles principales de los tres municipios de la Isla. En Valverde, la comitiva real desfiló repartiendo caramelos hasta su llegada a la iglesia de La Concepción, en donde Melchor, Gaspar y Baltasar participaron en el Auto de Reyes y adoraron al Niño. Mientras tanto, en El Pinar, los monarcas tuvieron doble trabajo porque si bien a las cuatro salieron en cabalgata desde la iglesia de Taibique, visitando la zona de Las Casas y la residencia de mayores, a las siete y media hicieron su entrada triunfal en el puerto de La Restinga a bordo de un barco.