Investigadores canarios presenciaron el lanzamiento del primer satélite europeo privado de observación de la Tierra desde la base rusa de Baikonour (Kazajstán).

A dicho evento asistió como invitado el director gerente del Instituto Universitario de Microelectrónica Aplicada (IUMA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), José López Feliciano, quien desde hace unos meses ha coordinado el desarrollo de un informe de viabilidad para la introducción de tecnología espacial en Canarias.

Las conclusiones de este estudio han sido entregadas a las autoridades del Cabildo grancanario, y de ellas se extrae la importancia estratégica que este sector industrial/tecnológico podría proporcionar al archipiélago en términos de beneficios económicos, puestos de trabajo de alta cualificación, impacto tecnológico y social.

Según José López, "existe un amplio abanico de posibilidades asociadas a las tecnologías de observación de la Tierra a partir de datos recibidos desde satélites. En Canarias se dispone del conocimiento, capital humano e infraestructura tecnológica para augurar el éxito en este tipo de iniciativa si decidiéramos apostar claramente por ella".

Diversos grupos de investigación de la ULPGC, entre los que se encuentra el IUMA, colaboran desde hace años con empresas y organismos internacionales vinculados al sector espacial, principalmente en aspectos relativos a la microelectrónica, el software y la observación de la Tierra.

El satélite "Deimos-1" pertenece a la empresa española Deimos Imaging, y ha sido desarrollado por Surrey Satellite Technology Limited (SSTL), ubicada en Guilford (Reino Unido) y creada hace 28 años como spin-off de la Universidad de Surrey. Durante este periodo de tiempo, SSTL ha desarrollado 32 satélites para diversas empresas internacionales, a las que se une ahora Deimos Imaging, cuyo Director General es el astronauta español Pedro Duque.

Con un peso de sólo 90 kilos y unas dimensiones reducidas el satélite Deimos-1 tiene como principal objetivo la observación de la Tierra para aplicaciones vinculadas a la agricultura, la detección y seguimiento de catástrofes naturales y la vigilancia medioambiental.

Para ello, Deimos-1 va equipado con seis cámaras que permiten captar imágenes en el visible y en el infrarrojo desde una órbita de 680 kilómetros de altura sobre la superficie terrestre, sobrevolando los polos a 28.000 kilómetros por hora y barriendo, en cada pasada, una superficie de 600 kilómetros con una resolución de 20 metros.

Otras posibles aplicaciones de los satélites de observación de la Tierra del tipo "Deimos-1" se encuentran en la detección y seguimiento de pateras, la generación de un inventario detallado de áreas quemadas, evaluando la severidad de los daños, la detección de bancos de peces de forma que se facilite su captura o la vigilancia de la calidad de las aguas en zonas turísticas.