El área de Medio Ambiente de Santa Cruz y la Fundación Neotrópico han iniciado una campaña de control de las cotorras de Kramer, una especie de ave exótica invasora que fue introducida en la Isla a principios de los años 80 y que se ha convertido en algo más que un problema 20 años después.

¿Los damnificados? Pues las aves autóctonas y las especies vegetales de gran valor biológico. Las primeras se ven desplazadas por la competencia de espacios y comida, y las segundas sufren graves afecciones, siendo el ejemplo las palmeras, cuyos troncos agujerean para nidificar.

Para impedir su explosión demográfica, la Fundación Neotrópico y la corporación local han comenzado de forma itinerante a poner trampas para capturarlas en distintos puntos de la ciudad, especialmente en el parque García Sanabria, La Granja o en la plaza del Príncipe.

"Pretendemos tener un control de las especies exóticas invasoras que pueden suponer un perjuicio para las autóctonas con el compromiso del sacrificio 0, esto es, capturarlas y llevarlas a la Fundación y evitar la expansión de las mismas. Es el caso de las cotorras de Kramer, originarias de África y Asia, que gracias al calor de este invierno han tenido una puesta más", explicó el director del centro, Jaime de Urioste.

El responsable de la Fundación Neotrópico, que estuvo acompañado por el concejal de Medio Ambiente, Carlos Correa, recordó que el proceso de capturas se ha intensificado, sobre todo durante los dos últimos años, y que la campaña que comienza se desarrollará dos o tres veces en semana en distintos puntos del municipio gracias a los integrantes de los talleres de formación y empleo.

En puntos estratégicos se montarán las jaulas con el reclamo de una cotorra en el interior de una de las jaulas, "aunque hemos visto que funciona mejor con dos que con una sola. Entre la cotorra y la comida a base de semillas que se les pone, las aves se aventuran a entrar en las jaulas y se quedan atrapadas".

Durante los últimos dos años "se han capturado algo más de 50 aves, pero confiamos en que a lo largo del periodo que comienza sobrepasemos esta cantidad porque las acciones se harán con más frecuencia frente a la que hacíamos en campañas anteriores", dijo.

Durante el proceso de la captura de ayer se escogió por primera vez el parque García Sanabria como punto de referencia. "Y la verdad es que no fue nada bien", una cuestión que ya Urioste había advertido por la mañana al ser "uno de los espacios más transitados del municipio". Con la perimetración de la zona escogida (al lado del estanque de las ranas), bridas en mano y comederos a la espera, los integrantes del taller formativo y de empleo ayudaron a montar las jaulas, poniendo los palos para hacer palanca y encerrar a las aves. Cero capturas tras siete horas de espera. "Otro día habrá más suerte".

Tanto Correa como Urioste resaltaron la importancia de controlar las especies invasoras ya que "tener estos animales sale bastante caro. Es posible que sea muy bonito ver volar unas aves con tanto colorido, pero la realidad es que compiten en espacios y comidas con las especies autóctonas. Y, además, suponen un problema para, por ejemplo, las palmeras", dijo el concejal, que recordó que la corporación que representa subvenciona con 30.000 euros a la fundación para desarrollar trabajos medioambientales y de concienciación.

En este punto, el director de la Fundación Neotrópico señaló los devastadores efectos de las cotorras de Kramer en los palmerales, que se traducen en que "sus troncos están perforados y luego los utilizan para nidificar. Pero no solo estamos hablando de cotorras, sino de tortugas, iguanas, serpientes, mofetas, monos... La gente no toma conciencia de lo que significa tener estos animales y luego soltarlos. En el caso de las cotorras pueden vivir hasta 20 años", apuntó como reflexión.

Jaime de Urioste explicó, además, que la fundación está llevando a cabo el novedoso proyecto Safari-Aliens, en el que participan más de 36 centros de Tenerife, La Palma y La Gomera. Los alumnos interactúan "y se convierten en espías de la naturaleza en línea" a través de las nuevas tecnologías y en contacto con miembros de la Fundación Neotrópico.

LOS DATOS

El número de cotorras de Kramer en estado salvaje en la Isla alcanza las 300, de las que entre 150 y 200 están concentradas en varias de las zonas verdes de la Capital chicharrera.

El área de distribución varía, aunque están concentradas en el García Sanabria, la plaza del Príncipe y La Granja, principalmente.

Se ha producido un desplazamiento de especies autóctonas al competir con los espacios y comidas. Las cotorras afectan a los palmerales y otras especies.

Desde 2013, está prohibida la tenencia, transporte y comercio de especies exóticas. Sin embargo a la fundación siguen llegando animales exóticos: el último, un zorro.