La Gerencia de Urbanismo de Santa Cruz ha ordenado el "inmediato cese de la actividad" del centro infantil y juvenil de la capital en el que falleció un bebé el pasado 22 de enero.

Así lo establece una resolución firmada por el concejal del área, Carlos Tarife, a la que tuvo acceso ayer este periódico, en la que se advierte también a los dueños del establecimiento de que se cursará una visita de comprobación para verificar que se ha dado cumplimiento a la misma. "En caso de que se constate el incumplimiento, se ordenará el inmediato precinto del local", añade.

Del mismo modo, la resolución firmada por Tarife detalla que, sin perjuicio de estos acuerdos, también se ha iniciado la tramitación del correspondiente expediente sancionador por la comisión de la infracción del "desarrollo de una actividad o la apertura de un establecimiento de los sujetos a esta ley, sin la licencia previa o sin haber cursado la comunicación previa o declaración responsable cuando fueran exigibles".

A raíz de las investigaciones realizadas por los técnicos de Urbanismo tras el incidente se detectó que el establecimiento carecía de licencia de apertura o título habilitante para el desarrollo de la actividad de centro infantil y juvenil.

Según consta en el expediente, en la primera visita que hicieron los técnicos municipales al centro infantil después del suceso -24 de enero-, los propietarios argumentaron que desconocían dónde estaba o si existía la licencia de apertura, por lo que pidieron que se solicitara esa documentación a la asesoría con la que trabajaba.

Cinco días después, el 29 de enero, y a través de un contacto telefónico, la citada asesoría respondió a Urbanismo que "desconocía" la existencia del solicitado título habilitante.

Por ello, la sección de Inspección de Urbanismo concluyó que en el local derecho del número 5 de la calle Castro se estaba desarrollando una "actividad clandestina" y propuso la "clausura inmediata" del establecimiento, "dado que los usuarios son menores de edad y se desconocen las condiciones de seguridad y salubridad que presenta".

Hubo que esperar algo más de un mes, el 26 de febrero, para que los dueños de la guardería, según recoge también el expediente, comparecieran en la Gerencia para interesarse por los trámites necesarios para legalizar la actividad y reconocieran ante la instructora del procedimiento que no contaban con el título habilitante para el desarrollo de la misma.

Cabe recordar que según las fuentes policiales que se consultaron después del fallecimiento del bebé, la autopsia reveló que la muerte del pequeño se debió a una "muerte súbita". Tales conclusiones fueron remitidas al Juzgado de Instrucción que se encontraba en funciones de guardia en ese momento en la capital tinerfeña.