La comisión Habla Juntos por San Andrés, colectivo conformado por más de una veintena de asociaciones del ámbito de Anaga, criticó ayer que el Ayuntamiento de Santa Cruz no consultara previamente al área de Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife sobre si el Castillo de San Andrés se podría reconstruir o no, "cuando la primera opción no era viable".

A pesar de ello la Concejalía de Obras e Infraestructuras promovió el pasado mes de octubre la consulta ciudadana sobre qué hacer con la batería, señalando la comisión al respecto que "no tiene sentido preguntar sobre una cuestión que ya el Cabildo, la competente, tenía decidida".

Precisamente, El Día se hizo eco ayer del resultado final de la encuesta que el ayuntamiento desarrolló durante 15 días acerca del futuro de la batería de San Andrés, resultando que el 54% de los participantes -un total de 577 proponentes- se decantaron por que la batería fuera reconstruida, frente a un 46% que la dejaría tal cual.

Si bien es cierto que el colectivo ve que de forma general "se va a garantizar la conservación de las ruinas de la batería" con el dinero asignado -un millón de euros-, no es menos cierto que consideran "poco serio" crear expectativas si la única opción será la consolidación de ruina. "No nos vale que dentro de la convocatoria se pueda decir que se afrontará cualquier proyecto siempre y cuando sea técnicamente posible", dijeron.

El colectivo de asociaciones señala que este hecho no solo afecta a los vecinos de San Andrés, sino tiene un significado mucho mayor "porque el proceso de la consulta ciudadana se hizo para todo el municipio".

Miembros activos de Juntos por San Andrés resaltaron la importancia de la primera pregunta "ya que ha sido históricamente uno de los grandes debates que siempre han existido en el pueblo. ¿Lo reconstruimos o lo dejamos tal y como se encuentra en estos momentos?".

Es por ello por lo que no ven con agrado que "a sabiendas de que nunca se podrá reconstruir se ponga como opción en una consulta ciudadana".

En opinión de los consultados, "el Castillo de San Andrés nunca ha interesado a nadie. Estaba ahí, parecía bonito, pero nunca se le dio prioridad para tratar de conservarlo como se debería un trozo de la historia que no solo es del pueblo, sino de toda Santa Cruz".

No obstante, reconocieron que a pesar de los detalles del proceso, lo importante es la oportunidad que se abre cuando existe dinero para rehabilitar el castillo, "lo que supondrá que deje de estar abandonado, de ser el basurero o el retrete público del pueblo, como ha sucedido durante años, o de convertirse su interior en un pequeño almacén del ayuntamiento".

"Nos quedamos con lo positivo y es que por primera vez en la historia desde que el ejército lo abandonó en el siglo XIX se le va a atender y sacar del olvido al consolidar las ruinas y su entorno, que era lo que al final estaba previsto desde un principio", añadió.

No obstante, llamó la atención sobre lo que supondrá la consolidación de las ruinas, destacando que "tal y como está pocos usos se le va a dar, ya desechada la reconstrucción. Si se hubiese dejado en su estado original, al tener una mayor superficie se podría haber hecho un museo", lamentaron los miembros consultados.

El edil de Urbanismo del Ayuntamiento de Santa Cruz, Carlos Tarife, a pesar de no ser el edil responsable en la materia, reclamó ayer que el Castillo de San Andrés "se convierta en un atractivo importante del patrimonio" capitalino, demandando que "lo que hay que hacer es que las administraciones trabajen y eviten los recaditos a través de los medios de comunicación", en relación a la intención del área de Patrimonio Histórico del Cabildo de establecer la consolidación de ruina de la batería, en contra de lo solicitado por los vecinos.

Con firmeza sostuvo que la única vía para desatascar las cuestiones que surgen "es el diálogo", rechazando la existencia de problemas con la administración insular en materia de Patrimonio Histórico. Al respecto quiso dejar claro que han aparecido discrepancias, "pero más que por el contenido por las formas", puntualizó el concejal de Urbanismo.

LAS CLAVES

El Castillo de San Andrés tuvo su origen en el siglo XVII ante la necesidad de defender la costa de Santa Cruz. En 1607 se proyectó una defensa en su actual emplazamiento, siendo una infraestructura pequeña que fue creciendo según sus necesidades a lo largo de las décadas siguientes. Casi un siglo después, en 1706 se amplió hasta convertirse en la actual fortaleza militar.

La infraestructura asumió un importante protagonismo en julio del año 1797, cuando el almirante Horacio Nelson, al mando de la armada inglesa, intentó hacerse con la actual capital tinerfeña. Ya en el año 1878, el mando militar enajenó la batería.

En 1894, una avenida más de aguas torrenciales acaecida a lo largo del cauce del barranco de El Cercado le causó daños estructurales, dejándolo parcialmente derruido tal y como puede apreciarse en su actual estado.

Tras años de abandono, el Castillo de San Andrés queda protegido en base al patrimonio nacional con un decreto de 1949 y después la Ley de Patrimonio Histórico español de 1985 recoge en una de sus disposiciones adicionales que todos aquellos castillos que están afectados con el decreto de 1949 automáticamente son declarados BIC.

La protección no impide su degradación durante años y en 2017 el ayuntamiento lo incluye en el proyecto DUSI para ponerlo en valor. El 29 de octubre de 2018, inicia la consulta ciudadana para que los vecinos puedan dar su opinión sobre qué hacer con él.