Vecinos del barrio de Los Alisios denunciaron ayer el peligro que representa un inmueble situado en la calle Punta Las Coloradas, que se encuentra en estado de abandono y cuyo acceso es muy sencillo, a pesar de la valla existente alrededor. Reclaman al Ayuntamiento de Santa Cruz que obligue a la propiedad a tapiar todas sus entradas para evitar que se produzcan riesgos para las personas, "sobre todo los niños y jóvenes", que suelen resguardarse en su interior.

Ese edificio albergaba hasta hace unos años un conocido gimnasio. Una vez que clausuró su actividad, fue poco a poco desmantelado su interior, hasta el punto de que no queda nada que recuerde el servicio que prestaba en la zona.

Un grupo de residentes de la calle y de la paralela, Punta de Anaga, criticaron que el inmueble se ha convertido en un punto de encuentro de delincuencia, entre otras cosas, aprovechando que su acceso es libre, ya que la valla está abierta por un lateral.

Es frecuente, dicen, que la gente se meta de noche y de día "destrozando lo poco que queda o haciendo sus cosas, pero el peligro no es ese, sino que al estar abierto puede suponer un riesgo para niños y jóvenes que acceden", alertó una de las vecinas.

Lo cierto es que en su interior los pisos se encuentran llenos de basuras, excrementos, utensilios de distintos usos, planchas, cristales, bloques y paredes esparcidos por doquier, lo que lo convierten en un sitio con cierto riesgo para la seguridad de las personas.

Por su parte, el concejal de Urbanismo, Carlos Tarife, confirmó que existe una resolución, pero como no se ha localizado al propietario ha dado "instrucciones de mejorar el vallado y pasar el expediente a ejecución subsidiaria. La imagen es lamentable y los vecinos merecen una respuesta. Actuaremos", aseguró el concejal.