Tras algo más de un año en Chile, el padre Pepe, cuya labor en la parroquia de Añaza ha sido muy reconocida y valorada por los vecinos, emprendió ayer una nueva aventura, esta vez en el centro de la capital.

Según informó esta semana, el obispado de Tenerife le ha encargado la animación de la parroquia de Los Gladiolos, una labor que, en todo caso, no le impedirá seguir desarrollando su actividad en el barrio del distrito Suroeste.

"No dejo Añaza, sino que sumo otro proyecto con ilusión y esperanza, tratando de hacerlo en equipo", indicó Pepe Hernández en su cuenta de Facebook, en la que añadió también que "el futuro de nuestra iglesia será posible gracias a la implicación de todos, consagrados y laicos".

También remarcó que las puertas de Añaza y Los Gladiolos están abiertas para todos los que quieran compartir la vida y la fe. Y para todos los que quieran ofrecer su granito de arena en razón del bien común".

Toda una declaración de intenciones en el inicio de una nueva etapa. De la anterior quedan proyectos como el Centro de Educación Ambiental, que creó junto a Cáritas y los vecinos para formar a jóvenes de Añaza.