El precio del aparcamiento en la capital siempre ha sido objeto de debate, y no precisamente por su bajo coste. Claro que, cuando se trata de solares vacíos que se usan con este fin, hablar de precios siempre es una cuestión arriesgada.

Vecinos de las comunidades más cercanas al nuevo Cabo Llanos denunciaron esta semana que los "gorrillas" que controlan la parcela contigua a la ermita de Regla, espacio utilizado para estacionar por muchas personas, están pidiendo "hasta seis euros" por dejar el vehículo en este lugar.

La situación, aseguran, no es nueva. Lo que sí es novedoso es el alto coste de la plaza de aparcamiento. "Llevamos quejándonos de lo que ocurre en este lugar desde hace años", relata una vecina, la misma que achaca el incremento del precio de este "parking" a la ocupación de la parcela, durante los últimos meses, por la maquinaria que se ha usado para reasfaltar la Vía de Penetración (TF-4).

"Al meter las palas allí se ha reducido el espacio para aparcar y no ganan lo de antes", sugiere esta afectada, que no solo se queja del incremento de la "tarifa" por estacionar, sino del "acoso y las coacciones" que sufren los conductores que no acceden a pagar lo que piden los "gorrillas".

"No es raro ver peleas, lanzamiento de objetos e, incluso, rotura de coches cuando disputan entre ellos", explica otro vecino de la zona, quien recuerda que, al menos oficiales, ya se han presentado hasta seis denuncias en la Policía Local de la capital por esta situación.

Además, el asunto se abordó recientemente en una de las sesiones del tagoror del distrito Salud-La Salle y, próximamente, también será llevado a la comisión de control por parte de algún grupo de la oposición. Según les han trasladado a los vecinos, el tema está en manos del área de Servicios Públicos.

"Pedimos una solución los más rápida posible, porque el problema se agrava en Navidad, al acudir a la capital más vehículos y, por tanto, hacer falta más aparcamientos", añade otro de los afectados, que recuerda que esta zona, dado que está muy cerca de los centros comerciales, es usada por muchos empleados de estos establecimientos. "Tienen miedo. Algunos han dejado de llevar el coche allí", recalca.

En esta línea, lamenta que una zona "aparentemente de urbanizaciones" presente una imagen "tercermundista". Y con ello no solo hace referencia a la situación descrita, sino al coche desguazado que, desde hace meses, permanece en la misma parcela, en la trasera de la ermita.