Cualquier acto, por simple que sea, se torna especial si los protagonistas son los niños. Más aún si estos tienen algún tipo de discapacidad.

Escolares del colegio de educación especial Chimisay escenificaron ayer, junto al alcalde de la capital, José Manuel Bermúdez, y el concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, el inicio de la plantación de las tradicionales flores de pascua que, como cada Navidad, adornan los jardines del municipio. Con esta actividad se quiere simbolizar el inicio de la Navidad en la ciudad.

Esta vez bajo un reluciente sol, después de que la lluvia obligara a suspender el acto la pasada semana, los pequeños, algunos ya veteranos en estas lides, llenaron de plantas -rojas en este caso-, el pequeño jardín que rodea el busto de Leonor Pérez Cabrera, la madre del célebre político, escritor, periodista, filósofo y poeta cubano José Martí.

"¿Cuál es el motivo por el que estamos aquí hoy?", preguntó alguno de los adultos participantes en el acto. "Va a empezar la navidad en la ciudad", respondió uno de los chicos, de los más atrevidos.

La campaña, inaugurada "oficialmente" desde ayer, se extenderá oficialmente por los cinco distritos hasta los últimos días de diciembre. En total, se plantarán 49.000 flores de pascua, 27.000 de tonalidad roja y 5.900 blancas que, por precisar, no proceden del vivero municipal.

Además, el surtido vegetal que adornará los espacios verdes de la capital se completará con 2.700 princetia roja, 1.900 princetia fucsia, 1.900 princetia blanca, 900 princetia rosa y otras 7.000 unidades adicionales de otras variedades, además de unos 1.700 cyclamen.

De la siembra se encargará un equipo de nueve personas.

Por cierto, durante el acto de presentación de la campaña no faltó una referencia a quienes, año tras año, se dedican a sustraer plantas de los jardines. "Cada vez hay menos gente que se las lleva, pero con que se la lleve uno ya lo estaría haciendo mal. Estas flores las hemos pagado todos, para que todos disfrutemos de ellas", enfatizó el alcalde.

En todo caso, y si todavía existe alguien que se lo esté pensando, debe saber que la sanción oscila entre los 60 y los 500 euros -según se sea reincidente o no-. En el mercado, el precio de una flor de estas características es de unos 2,50 euros. Por eso, mejor no arriesgarse.