El área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Santa Cruz reclamó ayer a su homóloga insular organice apañadas con los cabreros de Anaga con el fin de controlar las cabras y ovejas salvajes que campan a sus anchas por los distintos pueblos de macizo.

Tanto vecinos como corporación reclaman la intervención de los cabreros del Parque Rural, ya que son los que verdaderamente conocen el terreno, caminos, senderos y lugares por donde las cabras, principalmente, se suelen mover con muchísima facilidad y en libertad.

En este caso, una vez expirado el plazo de dos meses dado a los vecinos para la identificación y reconocimiento de los animales, toca al Cabildo de Tenerife organizar las apañadas o en su caso el control cinegético de los animales, esto es caza mayor, con el objetivo erradicarlos y comercializar su carne, incluso, después de los controles sanitarios precisos.

En el caso de la identificación, transcurrido el tiempo, en el área de Medio Ambiente no se ha registrado ninguna petición con lo que considera que hay vía libre para que el Cabildo programe y ejecute su plan para el control de animales salvajes en el macizo de Anaga.

Y dentro de ese plan, el ayuntamiento capitalino propone a la corporación insular que sean los cabreros de Anaga, por sus especiales conocimientos del terreno, los que lideren las apañadas, para lo cual pide que se les dote de medios materiales y económicos.

Hasta que desde el Cabildo se dé una respuesta, las cabras y ovejas salvajes campan a sus anchas por Anaga provocando daños irreparables a la flora autóctona, pérdidas a los vecinos, ya sean en sus huertas o tirando muros. Además, se han convertido en un riesgo para las personas porque es normal verlos por los pueblos, desde Taborno, Las Bodegas o por Chamorga, entre otros enclaves del Parque Rural.

En este caso, uno de los miembros del colectivo vecinal Habla: Juntos por San Andrés, Jesús Arrocha, que engloba más de una veintena de asociaciones y colectivos del ámbito de Anaga, apunta que "la situación es alarmante porque los animales están paseando por los pueblos. Es normal verlos y oírlos al lado de las casas y las plazas o dentro de las huertas destrozando todo. Pero también tienen afecciones para la flora. Mire cómo están comidos los dragos", añadió aportando soporte gráfico.

En cualquier caso, el área de Medio Ambiente de la corporación chicharrera pretende un control efectivo de los animales, que según calcula, pueden sumar más de 500 solo en el ámbito de Anaga.

El edil de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Santa Cruz, Carlos Correa, defiende que sean los cabreros de Anaga los que protagonicen las apañadas, "y es sencillo, son los que mejor conocen el terreno. A eso se le añade la gran experiencia que tienen en el pastoreo, las costumbres y el conocimiento de los lugares de descanso de los animales".

En base a ello, "el Cabildo de Tenerife debería contar con ellos y no traer gente de fuera del Parque Rural de Anaga. Son las personas idóneas para ser contratados y liderar las apañadas antes de que entremos en una situación que no tenga vuelta atrás. En estos momentos es urgente que se actúe sobre el terreno", explicó.

Correa recordó las intensas reuniones que se han mantenido con los colectivos vecinales de Anaga, que nos han manifestado la preocupación por los daños que ocasionan las cabras y ovejas a sus propiedades "y debemos ser nosotros desde las administraciones, los que demos soluciones".

"En estos momentos las competencias son del Cabildo, ya que nuestro trabajo está hecho. Ellos son los competentes y ahora el objetivo es garantizar la seguridad de las personas, sus bienes y las especiales condiciones de Anaga que están variando por la acción de las cabras y ovejas", alertó el concejal del área, Carlos Correa.