Educado, respetuoso, impecablemente vestido, siempre de chaqueta y corbata, tranquilo, de modales suaves y cargando un maletín. La descripción concuerda con la persona que, como un clavo, llueva o haga sol, lleva más de año y medio acudiendo el último viernes de cada mes, cuando suele celebrarse el pleno municipal, a la Casa de los Dragos. Pero, ¿quién es este auténtico don Erre que Erre, que no se cansa pese a que las sesiones duran horas y permanece sentado mientras pasan los puntos del orden del día, el interés de los presentes e, incluso, físicamente los mismos presentes hasta dejarlo prácticamente solo?

La respuesta hay que empezar a buscarla en un contencioso vecinal que se remonta a nada menos que 1991 y hace referencia a los locales comerciales en los bajos de la Urbanización La Florita, hoy Tijoco Bajo, en el barrio de Tío Pino. Ha pasado la friolera de 27 años, pero ahí sigue Cristo Manuel Medina Morales, tornero de profesión, que hoy tiene ya 62, mientras los demás comerciantes que iniciaron la lucha con él "o han fallecido o han desistido", dice. Sin embargo, pese a perder mucho tiempo y dinero porque, afirma, prácticamente se ha "arruinado", en todo este tiempo no piensa desistir. Lo tiene claro: ni un paso atrás.

"El primer requerimiento notarial, aclara, está fechado el 15 de diciembre de 1994, pero todo había empezado tres años antes".

El resumen de Cristo es que "se ha privatizado un terreno público con el cierre perimetral ilegal que afecta a toda la urbanización de La Florita. La comunidad muró su perímetro, privatizó los accesos a la vía pública y convirtió los soportales en trasteros".

El local cuyo suelo heredó de la familia de su mujer, María Isabel, para ubicar una pequeña industria de churrería-bar y ganarse la vida quedó bloqueado -"igual que nuestras ilusiones", dice-, por este cierre llevado a cabo "unilateralmente". Junto a los otros diez establecimientos (11 en total) ubicados en esos bajos -carnicería, supermercado, bazar..- se vieron abocados "a la ruina". Eso pese a tener "licencia y todos los papeles en regla".

Cristo valora la ayuda de su hijo Jesé, arquitecto, "tanto en la parte técnica como económicamente. Ha sido nuestro sustento y apoyo todos estos años".

El afectado continúa con su tesis: "Incluso hay una sentencia del TSJC del año 2005, ratificada en el 2014, que ordena derribar el vallado que rodea el perímetro de la urbanización. El tribunal canario remite a la administración que dictó la resolución, en este caso el Ayuntamiento de Santa Cruz, a cumplir la sentencia. Urbanismo ha denegado dos veces a la comunidad la licencia para arreglar y pintar esa valla. aunque en su día otorgó una para su demolición a petición de la propia comunidad, que nunca lo llevó a cabo. Pero no hay manera, ahí sigue la valla".

Otro argumento es que "una parte de la parcela, un solar en la zona trasera de 3.194 metros cuadrados está bloqueando la salida natural de tres calles"

Ante lo que califica como "estrategia perversa" para hundirlos, dice: "Solo nos queda resistir. Ya estamos arruinados y peor ha sido el daño emocional y moral, pero seguiremos buscando la justicia". Por eso, don Erre que Erre estará de nuevo hoy en la Casa de los Dragos. Incansable.

Un habitual en la Casa de los Dragos

Al acudir cada mes al pleno -salvo agosto porque no hay- Cristo se ha convertido en un habitual de la Casa de los Dragos. Desde los concejales al último trabajador o los policías que lo filian a la entrada lo conocen, "como en la Gerencia de Urbanismo, y son muy cariñosos". Arriba, en la puerta, y debajo durante una sesión.

Firmado por el alcalde

Ente los muchos documentos que Cristo Manuel lleva siempre consigo insiste en que se reproduzca el de la imagen, la licencia que se le concedió en su momento. Está fechada nada menos que el 16 de abril de 1977 cuando era alcalde Leoncio Oramas Tolosa. En el mismo se puede leer lo siguiente: "...Todas las obras que se ejecuten sin sujetarse a lo indicado anteriormente o infringiendo las condiciones que para estos permisos se establecen en las Ordenanzas Municipales se mandarán a demoler"".

"Jurisprudencia"

Cristo Manuel asegura que "se ha sentado jurisprudencia y hay una urbanización en Ofra con un problema similar. La ley obliga a que prevalezca el interés general y no el de una comunidad. Además, recalca, "el suelo, según el catastro, es comercial y no residencial". Tenemos todo documentado desde las escrituras a las sentencias. Documentos o resoluciones hasta unas siete u ocho, pero no se ejecutan y ahí sigue la valla". Cristo insiste en su argumentación: "La copia catastral en el registro o la licencia que el ayuntamiento ha dado por derecho demanial demuestra que son terrenos públicos". "Me dedico ahora en cuerpo y alma a esta lucha en la que pienso que deberían estar los abogados del Ayuntamiento de Santa Cruz para defender los intereses de todos, ¿Y dónde está la Fiscalía?", asgura.