"En invierno esto es un patinete. Mire qué peligro, con un barranquillo tan cerca. Llegar a casa es una odisea". Es el resumen que hace Idaira Baute del acceso a la casa de sus padres -en la que también vive ella-, en la zona de La Ladera, en la parte alta de San Andrés.

Si ya resulta complicado para cualquier persona llegar hasta la vivienda de dos plantas, construida hace cerca de 30 años, como otras muchas del pueblo marinero, sin pensar en los problemas que depararía el futuro en cuanto a los accesos, mucho más difícil resulta para los padres de esta joven, Francisco y Margarita, aquejados de algunos problemas de salud.

Por resumir la odisea, para llegar hasta la casa hay que subir, primero, 30 escalones, estos sí, bien urbanizados. Están al final de la calle Florida Primera. Luego se asciende a través de una rampa de cemento, sin ningún tipo de baranda, que bordea un barranquillo de varios metros de profundidad, y se culmina subiendo otros once escalones.

En este último tramo de rampa y escalones, hecho a mano por Francisco, se cayó algunas semanas Margarita mientras descendía. Sufrió lesiones en las rodillas y tuvo vendados los dedos de la mano durante algunos días. Antes ya se había caído el propio Francisco, con problemas de corazón y anemia. Fue un día por la tarde. "Desde ese momento evitar salir a esas horas. Porque, además, no hay luz en este tramo del camino", explica Idaria. Es decir, que si se baja de noche hay que hacerlo a oscuras.

Según relata la joven de San Andrés, se supone que por el frente de su casa iba a pasar una carretera. De hecho, cuando su padre construyó la vivienda dejó los metros correspondientes para que se ejecutara la vía. Sin embargo, la urbanización de esta zona nunca se ha llevado a cabo.

Recientemente, Idaira, junto a miembros de la asociación de vecinos El Pescador, de San Andrés, trasladaron este asunto a los concejales de Servicios Públicos y distrito de Anaga, Dámaso Arteaga y Carmen Delia Alberto, respectivamente, en una visita que realizaron al lugar.

La joven recuerda que en esa cita los ediles no tenían claro si la titularidad del terreno por el que transcurre el acceso a la casa era pública. Eso fue en el mes de julio. No ha tenido más novedades.

Desde El Pescador, no obstante, remarcan que "tienen constancia" de que el suelo por el que se accede a la vivienda de Francisco y Margarita es propiedad del ayuntamiento, por tanto "no existen excusas" para que el consistorio actúe en la zona.

"No podemos permitir por más tiempo que estos vecinos vivan en esta situación y entendemos que se trata simplemente de voluntad por parte de los políticos. En caso de que las soluciones no lleguen, podemos lamentar algún accidente más grave que el sucedido hace algunas semanas", añade el colectivo vecinal.