El área de Medio Ambiente de la capital baraja introducir peces o renacuajos en la charca de Camino de Hierro que ha dado origen a que vecinos de la urbanización Tristán, entre otros, se hayan quejado durante los últimos días de la presencia de mosquitos.

La medida, que se llevaría a cabo conjuntamente con Cepsa, propietaria de la instalación, persigue que estos pequeños animales se coman las larvas de los mosquitos y eviten así su proliferación.

Así se lo trasladó esta semana el concejal del área, Carlos Correa, al presidente y al secretario de la asociación de vecinos Urbanización Tristán, Manuel Santos y Mauro Díaz, respectivamente, quienes habían expresado en este periódico su malestar por la presencia de los insectos.

Además de esta posibilidad, Correa indicó que no se descarta cubrir la charca con una malla, en el caso de que no se le vaya a dar más uso, para impedir que los mosquitos puedan depositar allí sus huevos.

En todo caso, las acciones que se lleven a cabo serán en coordinación con Cepsa, que ya tiene conocimiento del problema. El agua de la charca era utilizada por la compañía en sus procesos de refinado.

Los técnicos de Medio Ambientes bajarán en los próximos días al depósito de agua para "inspeccionar" y analizar las soluciones que se vayan a tomar. "No es un problema grave, pero sí molesto", reconoció Correa.

En relación con este caso, el consistorio de la capital informó ayer de que iniciará una campaña de prevención de mosquitos en los barrancos. Esta iniciativa, pionera en el municipio, figura como una de las mejoras propuestas por la empresa adjudicataria del servicio de control de plagas.

La medida consistirá en la inspección de 15 zonas de la capital en las que, si es preciso, se intervendrá con el fin de combatir la proliferación de estos molestos insectos, que se concentran para reproducirse, durante los meses en los que las temperaturas son más elevadas, en aquellas zonas en las que existe agua estancada.

Correa explica que este plan "complementa a las campañas de verano de desinsectación y desratización que ya se encuentran en marcha. Los técnicos de la compañía adjudicataria del servicio inspeccionarán los barrancos en busca de zonas con agua. Si en ellas se detecta presencia de mosquitos, tratarán ese espacio con una bacteria denominada Bacillus thuringiensis".

"Es una alternativa totalmente biológica, un plaguicida natural muy eficaz que actúa sobre la larva de los mosquitos y que resulta completamente inocuo para el resto de invertebrados que forman parte de la fauna de nuestros barrancos", explica.

El cronograma de actuaciones previsto dará comienzo en el barranco del Hierro y, desde ahí, se extenderá paulatinamente por los barrancos de Santos, Tahodio (barrio de La Alegría), Valleseco, El Bufadero (María Jiménez), San Andrés, Igueste de San Andrés, Taganana, Ancheta (Ifara), Los Lavaderos, del Muerto y Barranco Grande, así como las presas de Cueva Bermeja y Los Campitos y la charca del barranco de Las Monjas.