El propietario del restaurante de la Cofradía de San Andrés, Lázaro José Díaz, aseguró ayer que "ni piensa cerrar ni pagar la sanción" que ha decretado la Gerencia de Urbanismo de Santa Cruz.

En declaraciones a este periódico, Díaz confirmó que recibió la notificación de cierre el pasado jueves, casi un mes después de que el ayuntamiento la hiciera pública en los medios de comunicación.

La resolución establece que el dueño del establecimiento tiene quince días para presentar alegaciones, aunque también deja claro que, una vez recibida la notificación, dispone de cinco días hábiles a contar desde el siguiente al de notificación de la resolución, a fin de que se proceda a la retirada del interior del local de todos los elementos y productos perecederos, así como los enseres que se estimen oportunos. Transcurrido dicho plazo, se podrá llevar a cabo el precinto por parte de funcionarios del ayuntamiento.

"Es un poco contradictorio todo", reconoció ayer Díaz, quien manifestó que el asunto está en manos de su abogado.

"Si no tengo licencia es porque ellos no me la han dado. Pero yo sí la he pedido", defiende

Respecto a la segunda resolución, que establece una multa de 20.000 euros, que se rebajaría un 20% si el pago es voluntario, el dueño del restaurante de la Cofradía aseguró que no la va a abonar.

En esta línea, sostuvo que tiene pagas las tasas para solicitar la licencia desde 2009, que volvió a abonar, con recargo, en 2013. "Si no tengo licencia es porque ellos no me la han dado. Pero yo sí la he pedido", dijo, en referencia a la Gerencia de Urbanismo.

Cabe detallar que la primera de las resoluciones dictadas por la Gerencia reitera que el establecimiento carece de licencia de apertura o comunicación previa para la actividad que desempeña.