La noche del pasado lunes, el día después de la Fiesta Murguera de La Guancha, la presidenta de la murga femenina Triquikonas, Naara Hernández, presentó su dimisión al frente de la directiva de la sociedad que fundó hace 13 años y de cuyas letras es la gran "culpable". No solo abandona la responsabilidad de la sociedad, sino que también dejará de salir con la murga con la que demostró que los grupos críticos femeninos no solo tienen sitio en el concurso de murgas del Carnaval de Santa Cruz, sino méritos sobrados para ganar, como ocurrió en dos oportunidades: segundo de Interpretación en 2015 y tercero en 2017. En 2014 quedaron en cuarto puesto, en una edición en la que demostraron su grandeza.

El estilo triquikón del pelotón del Carnaval está directamente vinculado a Naara Hernández, la única que seguía en activo en Triquikonas hasta el lunes de la semana pasada, pues el equipo de trabajo lo formaban Yeray Lorenzo (en la actualidad en Trinkosos) y Yurena Hernández "La Negra", más centrada en su agrupación musical Salsabor.

Naara Hernández explicó a EL DÍA que abandona Triquikonas porque la mayoría de las componentes le dijeron que ya no se sienten representadas por ella. "No veo lógico, normal, ni ético ni moral seguir donde no me quieren. Ha sido una etapa de trece años, desde el nacimiento de Triquikonas, que cierro aquí. Solo les he pedido que cuiden a la payasa porque ha costado mucho llegar hasta aquí".

Preguntada sobre si es un enfado pasajero, Naara asegura que es una decisión firme. "Iré a donde me quieren", dijo. "Para volver, tendrían que cambiar algunas cosas", añadió, sin querer dar más detalles. Esta decisión no supone abandonar el Carnaval, pues seguirá colaborando en Trinkosos, como hizo en el pasado curso.

"Alma mater" de Triquikonas, Naara defiende que el éxito se consigue con trabajo. "En el último año trabajamos para pasar a la final y luego, para ganar". Esta afirmación evidencia que esta murga dejó en el olvido el debate, anacrónico ya, sobre la separación en el concurso por sexos. "Las murgas femeninas se han superado, lo que pasa es que el esfuerzo y la mejoría no se les valora tanto como se hace con una masculina", y destaca por ejemplo la calidad musical de Burlonas.

Naara Hernández reconoce que la apuesta por el humor, estilo por el que se reconoce a Triquikonas, es complicada y supone un gran esfuerzo: "Yo no escribo cuatro temas al año, sino que son muchas letras las que trabajamos, aunque luego se echen para atrás", explica. "No voy a volver a coger una trompeta o unas baquetas", dice, como ha hecho durante 13 años en Triquikonas.

Naara lleva casi 30 años dando la murga. Comenzó con 6 años en Triqui-Traquitos, donde militó 12 ediciones. De la mano de Francis Trujillo "La Juana" participó en Las Que Faltaban, hasta que hace 13 años nació Triquikonas. "La idea de fundar una murga surgió porque los niños de Triqui-Traquitos cumplíamos la edad y no teníamos dónde ir". Con Yeray Lorenzo y Fabri se gestó el proyecto de Triquinenas. Tras un par de ensayos decidimos fundar Triquikonas, con una clara apuesta por el humor. "Nunca pensé llegar tan alto ni quedar por encima de Bambones, Triquis o Mamelucos, que para mí son dioses... Cuando quedamos por encima, me pregunté: ¿Y por qué no podemos ganar?". Para Naara, 2017, año del "pelotón roto", con un tercero de Interpretación, fue inolvidable. Ahora busca otras metas, con el mejor deseo para la murga que fundó.