La mejor -o peor- publicidad, en ocasiones, es aquella que no se paga. La que llega sin esperarla. Y Santa Cruz ha sido un ejemplo de ello.

Unos tinerfeños que residen habitualmente en Alemania se toparon hace unos días con una publicación en la que la capital tinerfeña quedaba muy bien parada. Haciendo alusión al lema escogido por el consistorio capitalino para vender la ciudad, "Santa Cruz, el corazón de Tenerife", podría decirse que, en esta ocasión, el corazón de la capital latió, pero en el país germano.

¿La razón? El reportaje que el diario Frankfurter Allgemeine dedicó el pasado 20 de enero con el Tenerife Espacio de las Artes (TEA) como eje, pero en el que también se hacía mención a algunos de los encantos de una ciudad de la que se dice en la crónica que "ha conservado todas las virtudes de una tradicional capital de provincia española: bulliciosa, pero no demasiado, centrada en sí misma, con parques que invitan a una visita, cocina rica, buena infraestructura, unas cuantas iglesias bonitas y edificios históricos".

Así la describía Paul Ingendaay, corresponsal de Europa en el periódico germano y autor de la información en la que también definía el TEA como "un lugar mágico que nunca duerme".

Este periodista relata en su artículo, publicado en las ediciones tanto digital como de papel, cómo es el día a día en la biblioteca del TEA. Para ello no solo habló con distintos estudiantes, de esos que pasan gran parte de la jornada allí, sino también con la responsable del inventario de libros y manuscritos que custodia la biblioteca y que se remontan al siglo XV: María Mercedes Amador.

En este punto hace mención, incluso, al ataque del contraalmirante Horacio Nelson en 1797 -y la conquista frustrada-, que define como "el momento estelar de la Historia de Santa Cruz".

"Dicen que las bibliotecas deberían reinventarse. En Santa Cruz de Tenerife lo han conseguido grandiosamente bien. En medio de la ciudad. Ininterrumpidamente. Al que se queda dormido lo despierta el turno de noche", cuenta Paul Ingendaay.

El periodista alemán destaca cómo surgió el TEA, hilando su origen con la descripción de esa Santa Cruz, "tradicional capital de provincia".

"En un punto central, sin embargo, algo ha cambiado enormemente, y de eso el visitante que pasea por la ciudad se entera de la forma más bonita que uno pueda imaginarse. Atraído por la luz, pasa entre dos edificios bajos de color gris, primero por una callejuela ligeramente inclinada que se abre hacia un generoso patio en forma de triángulo. En su extremo -la base del triángulo- se encuentra la entrada principal de Tenerife Espacio de las Artes, obra del estudio de arquitectura Herzog & de Meuron que se inauguró en el año 2008", detalla Ingendaay.

"Parece que toda la ciudad está edificada alrededor de la biblioteca. Y de alguna forma esto es cierto, ya que el edificio del TEA, que parece tan plano, ligero y elegante en la proyección vertical, en realidad llena un gran espacio de la cuidad desde un céntrico puente casi llegando al mar", añade el corresponsal del Frankfurter Allgemeine. Uno más para el que, durante unos días, Santa Cruz fue el corazón de Tenerife.