Vecinos del entorno del parque García Sanabria alertaron este viernes de que el Reloj de Flores que identifica la instalación volvía a tener problemas con la hora. A las 11:05 marcaba las 10:30.

De cualquier forma, no es la primera vez que el mecanismo del reloj falla. De hecho, para el ayuntamiento el mantenimiento se ha convertido en un quebradero de cabeza, pues la reparación que debe afrontar cada vez que sufre una avería oscila entre los 2.500 y los 6.000 euros.

A saber, una de las últimas mejoras que se le hizo al reloj fue en abril de 2016 a cargo de Pedro Pagán, un experto gallego al que recurrió la empresa Imesapi, que se encarga de su mantenimiento.

El reloj original fue fabricado en Suiza por la desaparecida casa FAVAG y donado por el cónsul danés Peter Larsen en 1958. A principios de la década de 2000 fue sustituido por un moderno sistema.