Las murgas protagonizan el concurso rey del Carnaval con la vista puesta en la semana del lunes 22 de enero al viernes 26, cuando se celebrará la gran final, si bien la fiesta de la máscara que Santa Cruz de Tenerife dedica a la Fantasía comenzará en menos de veinte días: el viernes 12 de enero, inauguración y sorteo de las aspirantes a reinas.

La mayoría de las murgas ya han concluido su repertorio, a sabiendas de que cuando vengan los Reyes, también comenzará el vértigo de los actos oficiales. De hecho, algunas, como Zeta-Zetas, Diablos Locos, La Traviata Bambones o Mamelucos presentarán en el primer fin de semana del Carnaval 2018 (del viernes 12 al domingo 14 de enero).

El Carnaval de la Fantasía será uno de los más madrugadores de los últimos años y recupera la final a ocho. En el cómputo de formaciones críticas adultas, una más que la edición anterior, con el nacimiento de Diabólicas. De 21 se pasa a 22. Eso no justifica el incremento de finalistas, pero desde la Concejalía de Fiestas se decidió tomar por la tangente y evitar polémicas. Esa vuelta atrás conlleva que la final se volverá a celebrará el viernes: el 26 de enero.

Las murgas llegan reforzadas. Haciendo un repaso por fases, el concurso arrancará con Trapaseros, que recupera a Domi González, su director de toda la vida hasta que flirteó en Triqui-Traques y salió a echar una mano con Diablos. Juanka López estrena paternidad y su baja la suple Domi.

La Traviata consolida equipo, con la mirada puesta en quitarse la espinita del año pasado, cuando los de Josechu Álvarez -que se recupera de su lesión a velocidad de la luz- se quedaron fuera de la final.

Destacando refuerzos, Desbocados volverá a la carga con el equipo de Mamelucos de hace dos años, encabezado por Nando y la implicación este año de Maxi. Otra de las caras nuevas, la de Toño Sometimes, director musical de Triqui-Traquitos que este año se estrena en Ni Muchas-Ni Pocas, supliendo la ausencia de Víctor Asensio, de Diablos Locos.

En busca de la final perdida, Triqui-Traques, que estarán dirigidos este año por José Miguel Otero y en el apartado musical, por Zeben Albelo. El primero, un histórico, nacido en la familia Triqui e hijo de un referente de esta sociedad: Otero. A su lado, Zeben, un músico que estaba en la fila y que toma la alternativa en el montaje. La pregunta del millón es: "¿vuelve la murga show?". Son Triqui-Traques y pelearán por el pase como las 22 inscritas.

Otro de los grupos que se ha reforzado es Jocikudos, que finalmente vuelve a donde estaba, con Graci Martín en la dirección artística tras el intento con Josito Alonso, que abandonó la sociedad.

22 murgas adultas y ocho plazas en la final, una más que en 2018. Con la configuración de estas tres fases: abriendo, Trapaseros, La Traviata, MasQLocas, Triquikonas, Burlonas, Noveleras, Diablos y Klandestinas. En la segunda fase, Tras Con Tras, Los Que Son, Desbocados, Triqui, Mamelucos, Bambones y Chinchosos. Cerrando, Marchilongas -con renovado pasacalle-, Zeta-Zetas, Diabólicas -que sorprenden con sus voces-, Ni Pico, Tras, Jocikudos y Muchas.

2018 despejará la incógnita de si se ha cerrado un ciclo y se catapulta Zeta-Zetas, o si los "viejos murgueros" reivindican su estilo y rescatan el ansiado cartón.