Humedades, grandes grietas en las paredes, zonas cerradas... En definitiva un colegio "feo" y con muchas deficiencias. Así define la presidenta de la Asociación de Madres y Padres del Colegio 25 de Julio de La Salud, Ana Luisa Rosado, el centro docente en el que reciben clases sus hijos y para el que piden, desde hace tiempo, unas obras de mejora "a ser posible antes de que acabe este curso".

Esta semana, el tagoror de Salud-La Salle acordó por unanimidad instar a la sección de Mantenimiento de Edificios Municipales del consistorio a que informe sobre los trabajos previstos en el centro y su periodo de actuación, y también solicitar a la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias la finalización de las obras de infraestructuras que quedaron pendientes de acometer.

"En el tagoror se asustaron con las fotos. Comprobaron que el estado del colegio es tercermundista", aseguró Rosado, quien indicó que la propia presidenta del órgano de participación ciudadana, la edil del PP Yolanda Moliné, dijo que "moverían lo que hiciera falta" y que le darían "carácter de urgencia".

No obstante, desde la AMPA del centro de La Salud -fusión del 25 de Julio y del antiguo Rodríguez Galván- no están convencidos de que sus solicitudes se cumplan. Rosado lo argumenta en la falta de respuesta del propio alcalde de la capital, José Manuel Bermúdez, a las demandas que le expusieron hace más de un mes, y a la explicación que el propio regidor ofreció en una reunión de ampas, en la que relató los problemas que había tenido el ayuntamiento con la empresa encargada del mantenimiento de los inmuebles municipales.

"Nos dijo que tendríamos que esperar al curso que viene para que contrataran otra empresa y entonces plantearse el arreglo", indicó Ana Rosado. "Y el estado del colegio es el que es. Llevamos años esperando", se quejó.

La presidenta de la AMPA relató que a comienzos del curso 2016/2017, "con los niños ya en clase", la Consejería hizo unas obras "cuando ya asomaban los hierros en todo el patio". "Hizo lo básico para que no cayera un bloque en la cabeza de nadie, pero dejaron las cosas sin acabar", subrayó.

"Según apuntes de técnicos, ni siquiera han garantizado la impermeabilización de los techos, con lo que en dos o tres años volveremos a estar con la ferralla por fuera", sostuvo Ana Rosado.

En esta línea, explicó también que hay una parte del centro docente, perteneciente al inmueble del antiguo Rodríguez Galván, que "permanece cerrada en lugar de arreglarla". En este caso, la competencia, por la peligrosidad de los trabajos, sería de la Consejería.

"No podemos seguir así. Esto no puede someterse a más retrasos", insistió la presidenta de la AMPA. "No solo nos importa la seguridad e integridad de nuestros niños, sino también que ellos no tienen por qué estar yendo a clases a un sitio feo. Los niños tienen que ver los espacios bonitos para poder desarrollarse y formarse en un ambiente adecuado", enfatizó.