Ayer fue el día de Carlos Tarife que juró su cargo como edil del PP en Santa Cruz para sustituir al cesado Carlos Garcinuño. Pese a haber recorrido en distintas etapas los pasillos de la Casa de los Dragos y sonar en varias quinielas, la responsabilidad siempre impone y se le notó algo nervioso. Compañeros de partido, entre ellos la exconcejala por CC Luz Reverón, familiares, amigos y el resto de los presentes lo ovacionaron cuando recibió su medalla de manos del alcalde.

Carlos Tarife Hernández (Santa Cruz, 1977) ocupó su asiento entre la popular Yolanda Moliné y la nacionalista Carmen Delia Alberto. Tranquilo y observador el primer día de clase, en las casi siete horas de un pleno con mucho de "yo vengo aquí a hablar de mi libro".

Por ejemplo, en la moción de Yaiza Afonso (Sí se Puede) para incorporar perspectivas de género al ámbito cultural. Los concejales de Igualdad, Marisa Zamora, y sobre todo Cultura, José Carlos Acha, acabaron con una larga exposición de actos, proyectos o ideas de las que casi nadie se enteró. Una auténtica retahíla. Acha se enfadó "a distancia" con Yaiza, algo complicado. Al final aprobaron la propuesta. Con matices. Porque la palabra que más abunda en los plenos de Santa Cruz es transaccional. "Se les ha pegado" de otras instituciones.

No salvó los muebles de la dialéctica ni Díaz Estébanez, menos ocurrente que otras veces. Aunque le dio alguna "cachetada" a Ciudadanos, más ayer a Antonio Blanco ("no sabe dónde está") que a Rosales -el portavoz naranja le lanzó un "tengo la sensación, repetida sensación, de que los proyectos se eternizan" a Dámaso Arteaga-.

Estébanez también le repartió a Sí se Puede por "arrimarse" al nacionalismo al quedarse sin espacio político. Su frase de la jornada: "Atando la mosca por el rabo". Respondía a la transaccional de Eligio Hernández, rechazada y diametralmente opuesta a la moción original del PP sobre la Policía y Cataluña. Hernández tampoco estuvo mal: "Independentistas, ahora y antes pro Corea del Norte o bolcheviques. No está mal".

No faltaron los duelos clásicos. Como el de una ayer bastante locuaz Zaida González y José Ángel Martín sobre lo hecho, o no, antes y ahora en la Gerencia de Urbanismo. Entre cantinfladas, muertos, zombies o referentes políticos como Rajoy. Martín reflexionó: "No esperaba estar 32 minutos hablando sobre Cataluña y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado". Léase policías. Sus actuaciones el 1-O y su retribución comparativa en el Estado y las autonomías. Apasionante y cercano.

También tuvo su enésimo asalto el duelo Arcila-Arteaga, esta vez con la energía y el gas como fondo e intervenciones puntuales de un Carlos Correa ayer protagonista con su particular pim pam pum: el socialista Andrés Martín Casanova.

Otro clásico: debate entre Asun Frías y Óscar García en lo social. Sobre centros de día para menores, comida pasada de fecha, el modelo asistencial y el bono de alimentos otra vez.

¿Y el alcalde? Pues ayer se vio a un Bermúdez "a su bola". Laxo en los turnos, cosa rara, y, aunque dijo la última palabra, dio paso a Zaida González, como cuando esta dijo que Ramón Trujillo (IUC) comparaba "variables distintas", y le pidió retirar la moción de los semáforos. Ahí sí le dijo el alcalde a Trujillo que "no ha sido la mejor desde que es concejal". Por contra, alabó la de Arcila sobre el gas por "propiciar el debate". Sesión cansina, una más, el día de Tarife.