Vestidos como auténticos ejecutivos participaron a lo largo de esta semana en el Modelo de Naciones Unidas (MUN) 14 alumnos de bachillerato del Colegio Alemán Santa Cruz de Tenerife. Para esta simulación, celebrada en Múnich, se reúnen cada año estudiantes de toda Europa que tienen la tarea de representar y defender los intereses de determinados países miembros de la ONU.

Las simulaciones de Naciones Unidas son tan antiguas como la propia ONU. Las primeras conferencias de este tipo se celebraron en los años 20, cuando todavía era la Sociedad de las Naciones. El primer Modelo de Naciones Unidas como se conoce hoy en día tuvo lugar en la Universidad de St. Lawrence de Nueva York en 1949. Lo organizó el profesor de historia Harry Reiff, que había sido asesor de la delegación estadounidense en la Conferencia de 1945 de San Francisco, en la que se redactó la Carta de las Naciones Unidas. Más adelante, universidades como Berkeley y Harvard desarrollaron su propio Modelo. Hoy, estas conferencias se han extendido por todo el mundo y se desarrollan anualmente en todos los continentes.

Las sesiones se desarrollan exclusivamente en inglés. Como representantes de los países asignados, los alumnos preparan propuestas de resolución, que tienen que negociar y acordar con otras delegaciones. En el caso de los alumnos del Colegio Alemán de Tabaiba, éstos representaron con éxito a México, Corea del Norte, Senegal, Etiopía y Brasil. Los debates de este año giraron en torno al “regionalismo y nacionalismo como reacción a la globalización”. Los alumnos aprenden de esta manera a representar los intereses reales de los diferentes países, así como participar en procesos de toma de decisión y formación de mayorías con el objetivo de exponer su posición de manera convincente a lo largo de los debates. La participación en el Modelo de Naciones Unidas aporta, por ello, una importante lección de educación democrática y formación de personalidad.

En el Modelo celebrado este año en Múnich participaron un total de 441 alumnos de 28 colegios europeos, como la European School of Strasbourg, la Danube International School Wien y la Escola Frederic Mistral-Tècnic Eulàlia de Barcelona. Durante y después de las sesiones oficiales, los alumnos tuvieron la oportunidad de conocer a otros estudiantes de toda Europa, comunicarse en varios idiomas y hacer nuevas amistades. En la maleta de vuelta a Tenerife, estos jóvenes traen nuevos conocimientos sobre diplomacia, relaciones internacionales y oratoria, pero también han tenido que desarrollar pensamiento crítico, trabajo en equipo y capacidad de liderazgo.