Vicente, Nelson, Wolfgang, Francisco, Jaime... Son vecinos de Añaza, así a título individual y alejados tanto de los partidismos como de la organización en colectivo alguno. Con esa condición han estado trabajando los últimos meses bajo el lema "Recuperemos el muelle". La última acción ha sido la entrega hace unos días de sendos documentos avalados por 836 firmas en el Ayuntamiento de Santa Cruz y en la sede provincial de la Dirección General de Costas.

Recuerdan que "venimos disfrutando hace unos años de nuestra costa y ha sido gracias al ayuntamiento. Su iniciativa ha permitido el acondicionamiento de un espacio de baño, la instalación de escaleras de acceso al mar, barandillas de protección, la creación de un solárium, así como la instalación de papeleras para posibilitar el disfrute de un espacio limpio. Han contribuido a que una parte de nuestros vecinos puedan hacer uso de un litoral hasta ese momento infrautilizado".

Sin embargo, estas fuentes plantean que "el paso del tiempo y los efectos del mar sobre ese litoral han provocado que el acceso al agua por la rampa del muelle se haya convertido para algunos en toda una aventura; para otros, simplemente en algo imposible".

Insisten en que "nuestros niños y las personas con movilidad reducida se ven imposibilitados para disfrutar de una costa que cuenta con todos los requisitos para convertirse en un lugar ideal de ocio y esparcimiento".

Todos estos factores, añaden, "junto a la falta de mantenimiento, han provocado que las placas de hormigón de la rampa se hayan desplazado generando desniveles importantes y de difícil acceso". Además, "este desplazamiento ha originado huecos que por el efecto de succión del agua al desplazarse, pueden provocar accidentes importantes y que, ahora mismo, impiden que nuestros mayores y niños tengan acceso al mar con un mínimo de seguridad".

Afirman las fuentes que "esta situación nos ha llevado a unirnos para solicitar, a quien corresponda, la rehabilitación de una rampa que no ofrece garantías en cuanto a seguridad para el conjunto de vecinos de Añaza".

Concluyen con un llamamiento: "Consideramos que un pequeño esfuerzo, en este momento, por parte de las instituciones públicas permitiría que nuestro litoral se convirtiera en un lugar de encuentro, en el que todos los vecinos de Añaza, pudieran beneficiarse de un entorno que, además de permitirles practicar actividades de deporte y ocio, se convirtiera en una zona donde poder desarrollar hábitos saludables".

Proyecto y dinero, pero...

En su comparecencia del pasado viernes para dar cuenta del presupuesto de Infraestructura y Obras para 2018, el concejal, José Alberto Díaz Estébanez, explicó, entre alguna alusión más o menos velada a las "facilidades" de Costas, que "hay una partida específica de 150.000 euros para la mejora y ampliación de la zona de acceso al baño en el Muelle de Añaza". Recordó el edil que "en 2017 la incluimos en el capítulo 7 porque queríamos que formara parte del programa Tenerife y el Mar del Cabildo que impulsa Turismo de Tenerife. Su responsable, Alberto Bernabé, nos plantea un plan global que permita ejecutar obras de manera provisional en tanto se desarrolla el proyecto del ingeniero Joaquín Soriano". Parece que Costas lo aceptará y eso, añadió Díaz Estébanez, "podría permitir incluso poner allí un quiosco, punto de partida para contar también con vigilancia". El Muelle de Añaza tiene muchas posibilidades y un gran atractivo. Lo demostró la presencia de usuarios en verano o la respuesta a la iniciativa "Equinoccio" del pasado mes de septiembre.