"Nos preguntamos qué pretende el portavoz municipal del PSOE con sus críticas en la Comisión de Control del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife del pasado jueves. Solo hay dos respuestas: o quiere suspender las fiestas del barrio o que seamos diferentes al resto de los vecinos de la ciudad". Lo manifestó ayer Juan Pablo Hernández, portavoz de la Comisión de Fiestas del barrio de La Alegría, quien recalcó que cumplen "escrupulosamente la normativa" y han presentado "todo" lo que les han pedido. "Desde un Plan de Seguridad -explicó-, que nos costó 1.800 euros, a un estudio acústico del año pasado que demuestra que nunca nos extralimitamos de los 96 decibelios, máximo permitido".

Hernández recuerda que "el concejal del distrito (José Alberto Díaz Estébanez) le contestó que ellos se limitaban a que se cumpliera la normativa. Y la cumplimos con creces".

Las fiestas en honor de San Roque, patrón del barrio, explica Hernández, "se desarrollan durante todo el mes de agosto pero de manera especial las dos últimas semanas. La Comisión retorna después de dos años en los que la asociación de vecinos se ocupó de la organización. Pero desde hace unos siete u ocho soy yo el que, por encargarme del sonido, firmo y certifico que todo es correcto. Y lo es. Lo garantizo porque cada acto y durante cada día se midió ".

Valora que "la concejal de Fiestas firmó todo lo que le presentamos. El mencionado Plan de Seguridad, los seguros, la memoria, las salidas de evacuación o el estudio del ruido. Documentación que repetiremos este año".

Reconoce que "la gente de Residencial Anaga puede quejarse de los ruidos, porque existen. Es lógico, pero lo que nos ha molestado es que se pongan en duda las medidas para limitarlos".

Al respecto, Juan Pablo indica que "cada año pasamos una carta a la comunidad de vecinos de Residencial Anaga en la que explicamos qué actos se hacen y cuáles pueden producir molestias. Siempre la ha firmado su presidente y esperamos que este año ocurra lo mismo cuando se la entreguemos tras culminar de definir el programa. Pero es seguro que repetiremos el encuentro de solistas de folclore de 2016 y, como mínimo, habrá un par de verbenas". "Igual que no queremos un trato de favor, tampoco vamos a aceptar unas condiciones diferentes a las de las fiestas de otros barrios", señaló Hernández, quien añadió: "Es decir, un límite de 96 decibelios y dos fines de semana con fiestas nocturnas. Se pueden ampliar a cuatro, pero en dos el límite son las once de la noche".

Una última reflexión: "Es necesario cumplir la normativa y un control porque estamos completamente a favor de evitar el disparate que existía hasta hace bien poco. Pero igual para todos los barrios de la ciudad: Taganana, Valleseco, Los Campitos, San Andrés o La Alegría".