Un asesor del presidente Clinton hizo famosa la frase: "Es la economía, estúpido". Obvien la descalificación por el tono tranquilo, incluso algo aburrido, de la sesión. Y cambien economía por urbanismo. Así fue el pleno de ayer en el Ayuntamiento de Santa Cruz. Plagado de planeamiento, simplificación de trámites con nuevas herramientas, de disciplina urbanística, del Plan de El Toscal y del levantamiento de los ámbitos suspendidos del PGO para que la Cotmac lo apruebe de manera definitiva. Con los votos favorables del equipo de gobierno (CC-PP) y contrarios de la oposición salvo Ciudadanos , que se abstuvo. Ese fue el marco, el escenario del teatro. El actor principal, por una vez, Carlos Garcinuño, concejal de Urbanismo, cuya dimisión pedía la oposición. Salvo, otra vez, Ciudadanos que se abstuvo de nuevo a la hora de votarlo.

El edil del PP defendió su posición sobre el PGO. Recordó que en la etapa del socialista José Ángel Martín (ausente ayer) al frente de Urbanismo "no se hizo nada" y defendió la independencia de los funcionarios de los que pidió "no dudar". Sobre la supuesta solución en 200 viviendas de Duggi de la polémica figura del fuera de ordenación fue taxativo: "En un informe de 2014, los técnicos ya calificaban la solución propuesta por Martín como arbitraria e ilegal". Dijo que no eran exigibles ni la información a los afectados ni un catálogo "que no tiene sentido". Reveló que "la densidad la ciudad es de 207 habitantes por hectárea y en zonas como el antiguo Santa Cruz, de 11". Defendió en su monólogo inicial la figura de "en consolidación" defenestrada por la oposición que casi como un coro replicaba "la pérdida de valor patrimonial de las propiedades".

Y terció el alcalde, segundo protagonista. Lo hizo con referencias a la Ley del Suelo de Canarias que ya esbozó "un segundón con papel relevante", Enrique Rosales (Ciudadanos), como "la futura solución definitiva" con artículos del texto que llaman ya "de Santa Cruz" por "la problemática específica del municipio".

La participación de José Antonio Ramos Arteaga, portavoz de Toscal Tribulaciones, fue como la del "malo" que se enfrenta al galán. Acusó al concejal por su actitud "obstruccionista" cuando "ya había consenso para un documento de mínimos". Marcó un punto de inflexión en la trama tras echarle en cara al edil sus dudas sobre que El Toscal sea BIC -opinión que no es solo suya, según el concejal, sino de varios expertos-. Acabó advirtiendo a Garcinuño de que "se encontrará con nosotros en la puerta del ayuntamiento, en su despacho y en sus actos públicos".

Garcinuño se defendió con un tono sereno y frases como "quiero resolver el Plan aquí y que no vuelva al Cabildo" o "la principal actuación ya está en marcha y es la peatonalización de la calle La Rosa". Calificó de "política" a la asociación de Ramos Arteaga y "le cayó la de pulpo" luego en las redes sociales. Luego, desapareció. Mutis por el foro hasta el final de pleno. Una vecina le había dicho en la calle que era "una rata inmunda". Y le afectó. Su marcha la aprovechó la bancada opositora para anunciar que "ya ha dimitido".

Los amigos del "chico" no se quedaron quietos. Su compañera del PP, Zaida González, dándole estopa a José Ángel Martín, ayer como esos actores cuya sombra es alargada sin estar.

Luego entró en escena el más político de todos los oradores o al revés: José Alberto Díaz-Estébanez, portavoz de CC. Reprochó el tono a Ramos (ambos son toscaleros) al que no felicitó como al resto de vecinos "parlantes". Garantizó el apoyo a Garcinuño, apeló "al miedo y al ruido" de los de siempre y concluyó: "Cada día estamos más convencidos de que nuestra apuesta por la estabilidad (el pacto con el PP) da resultados. Santa Cruz sigue avanzando, les pese a ustedes o no". De final de película.

Antes de los créditos volvió a terciar el alcalde Bermúdez: "La diferencia es entre técnicos, los del Cabildo y los de la Gerencia. Estamos a tiempo de ir de la mano para aprobar ese documento que esperan los vecinos y también los que queremos poner en marcha proyectos allí y no podemos".

Aprobada la Cuenta General del presupuesto

No quedó tan mal parado ayer aquel asesor de Bill Clinton porque el segundo gran bloque temático de la mañana (y de la tarde porque esto duró casi siete horas) fue el de la economía. Con protagonismo del concejal del área, Juan José Martínez. Los votos de CC y PP, más los del PSOE, aprobaron la cuenta general que presentó. SSPP votó en contra mientras IUC y Ciudadanos se abstuvieron. Estas cuentas de 2015, según Martínez, "ponen de manifiesto la saneada situación, con un resultado presupuestario positivo de 26.168.099 euros", según el informe conjunto emitido por Intervención y Tesorería, con un remanente de tesorería de más de 40 millones. Asimismo, el pleno aprobó una modificación presupuestaria de 8.310.752 euros, "para regularizar situaciones que era necesario contabilizar, aunque ya estaban abonadas, y cubrir las liquidaciones pendientes del CIAT de Tíncer". No gustó a la oposición este capítulo y volvieron a escucharse críticas al "recurso habitual" que debe ser "excepcional". Y alusiones a "errores contables" en la Sociedad de Desarrollo o a falta de transparencia en las cuentas del Parque Marítimo. Economía, en suma.