El carrito tradicional recuperado por los quiosqueros de Adekos lució como nuevo para destacar ayer en la jornada de convivencia ciudadana que "tomó" el parque García Sanabria durante todo el día. Actuaciones musicales, actividades varias, charlas y exposiciones en ocho espacios y un escenario central demostraron que cuando se da oportunidad, hay participación. El megaencuentro del proyecto Conred fue un éxito en eso, participantes, con un doble sentido. Por un lado, unos 500 voluntarios de forma directa, miembros de 67 asociaciones, aunque colaboraron 120 de las 400 censadas. Por otra parte, miles de personas, esos noveleros, chicharreros y visitantes, que pensaron en la oferta como la mejor manera de pasar un rato del sábado. La animación aumentó, como es habitual en los últimos eventos organizados en Santa Cruz, a partir del mediodía después de un inicio algo tímido.

Poco a poco fueron llenándose las carpas de nombre sugerente y relacionados con la botánica, como no podía ser de otra manera en este escenario, "pulmón verde" de la urbe: Cardón, Tabaiba, Almácigo, Verode, Siempreviva, Acebiño, Tajinaste o Retama.

Desde el escenario central, en torno a la fuente de la Fecundidad, se extendieron y ramificaron el resto de polos de atracción.

Mientras parte de la gente se concentraba en el espacio Sabina, habilitado como punto informativo, más allá se veían grupos inmersos en pleno proceso de relajación sobre el césped o bajo la carpa. Y colectivos de danza, clásica, de flamenco, zumba, aerobic o moderna se sucedieron sobre el escenario. No faltó el folclore con parrandas, grupos de baile y un desfile de trajes típicos. Ni el Carnaval -cómo no- representado por la comparsa Los Cariocas o Los Bohemios. Talleres de todo tipo, de manualidades a juegos antiguos y modernos, así como espacios dedicados al deporte o a los sabores del mundo con especial presencia de la cultura gastronómica marroquí. Sin olvidar a la comunidad filipina, a la chilena o a las mujeres senegalesas. Multiculturalidad.

Pero también hubo tiempo para dialogar y debatir sobre inmigración, acoso en la infancia, mayores, la problemática específica de las mujeres, ecología o economía. Sobre todo hubo tiempo para divertirse y convivir. Conocerse primero y entenderse después, la filosofía del encuentro.

Alguno comparó la cantidad de gente con la que visita el recinto en las Fiestas de Mayo. Pero ayer no era mayo sino un día de octubre en el que el García Sanabria fue el parque del ciudadano. Del ciudadano participativo.