Casa Fela abrió sus puertas para el Plenilunio de ayer. Equipo viejo e ilusiones nuevas en el local que ocupan en la calle Ruiz de Padrón. Apenas un ejemplo de negocio en Santa Cruz que ha unido su presente y su futuro a la jornada de ocio que ayer congregó en las calles del centro de la capital tinerfeña a miles de personas. Centenares de miles, según la organización. Da igual. Raúl y Tinito, las caras que están detrás de Casa Fela, solo son una muestra de los emprendedores, más o menos conocidos, que quieren trabajar en la capital tinerfeña y esperan una cita como la de ayer para impulsarse.

Desde la inauguración oficial del alcalde, José Manuel Bermúdez, a las once de la mañana en el Palacio de Carta, entre piezas de teatro clásico del Siglo de Oro a la carrera nocturna en el entorno de la calle Méndez Núñez o el "último pase" de la percusión de Bloko del Valle en el entorno de la plaza Weyler ("cubo encendido" en el diseño del nuevo quiosco como añadido). En medio , una ciudad llena. Llena de gente, llena de actividades y de luna llena.

Voces Blancas en la plaza del Príncipe, "Food trucks", o sea carritos de comida, en el parque García Sanabria y la feria de artesanía, esta vez en el marco de la plaza de España. Primeras visitas del día.

Solo un esbozo de lo que ayer se vivió en las principales calles de Santa Cruz. ¿Quieren más? Ahí va: el Gastrobar de Dorada en La Alameda del Duque de Santa Elena, la muestra canina en la plaza de la Isla de la Madera o las puertas abiertas en los museos. En el de Bellas Artes, en el TEA, en el de la Naturaleza y el Hombre o en Almeyda, donde quedará para siempre la huella del general Ruiz de Oña por la imbricación del centro militar con la sociedad... Fue un día para aprovechar, para todos los públicos, es decir, para disfrutar con la familia.

Y la familia tiene que comer. También ayer. Por eso, el capítulo de la restauración tuvo como ya es habitual un espacio fundamental en una fecha como esta.

El Plenilunio de otoño fue, por lo tanto, de menos a más. Costó levantarse y salir, a fin de cuentas era sábado, pero con el avance de las horas la gente se fue animando. Para llenar, otra vez la palabra, todo lo "llenable" desde la oferta.

"Creo que este tipo de actos hacen falta no solo en Santa Cruz sino en toda la isla". Lo decía Luis, quien desde Tacoronte acudió con su mujer y su hija a la llamada de Plenilunio Santa Cruz. "Por curiosidad y con poco dinero que gastar porque estamos a final de mes", decía divertido. Coincidían con esta reflexión en uno de los lugares de restauración más emblemáticos de la ciudad: "Sí, ha habido gente, pero más mirando que comprando. Influye la fecha, a final de mes y con muchos gastos en las familias por la vuelta al cole de septiembre".

El polo opuesto a Luis, visitante ocasional, es Félix, toscalero, y "por una vez" orgulloso de que su ciudad le ofreció ayer a él y a los visitantes.

Antonio vino desde un municipio del sur atraído por la "novelería". Se fue con buen sabor de boca, aunque apenas consumiera. Son ejemplos de un día especial que, sin triunfalismo, se saldó con casi un notable. La ciudad está un poco más viva desde ayer. O eso parece.

Carrera y batucada de tambores para cerrar

Llegó por fin la noche y con ella la luna llena. O sea, el pleno sentido de un Plenilunio. Primero, con la carrera atlética y luego con la batucada del Bloko del Valle y la calle Méndez Núñez como escenario. La gente a esas horas ya fluía en riada por una calle Castillo desconocida, llenaba todavía el parque García Sanabria o se dirigía a La Recova para terminar la velada. O empezarla, según se mire. "Un éxito y una jornada muy participativa. La gente tenía muchas ganas". Fue el balance del alcalde, José Manuel Bermúdez, que esta vez no tomó parte en la carrera: "Tengo los pies que no las aguanto de tanto caminar. Ha estado bien, pero tal vez con sitios muy cercanos para coger el coche y algo lejanos para caminar. Ya preparamos la semana que viene el Santa Cruz Sal2 porque esto es un no parar", dijo. Por su parte, el concejal de Planificación Económica, Alfonso Cabello, se mostraba contento por sus sensaciones "y por quienes me dicen que les encanta ver Santa Cruz así o incluso otros a los que les recuerda el Carnaval. ¿Puede ser Plenilunio un Carnaval de Día? Ojalá". Cabello valoró: "Hay apuestas que se han consolidado. Por ejemplo, el parque García Sanabria y la gastronomía con 59 carpas, más 19 de restauración que ahora (anoche) están llenas. O puntos como La Noria, con la Fiesta de los Vinos, y La Recova, con el Market Night, abiertos desde el jueves y con una gran respuesta". Cabello concluyó: "En el centro me dicen que han vendido tres veces lo que un sábado normal y desde el comercio que la jornada ha ido muy bien. Y todavía mejor en la restauración".

Iniciativa público-privada

En la apertura de la jornada de ayer, que tuvo como marco ideal el Palacio de Carta, en la plaza de la Candelaria, el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, destacó "la colaboración entre la iniciativa pública y la privada". Subrayó el primer edil la importancia que ha ido adquiriendo este evento, ya plenamente consolidado, y animó a la participación durante la jornada. Por fuera, en la calle, la animación crecía y ya era importante a primera hora con una notable asistencia de turistas. Los visitantes foráneos se mezclaron durante todo el día con los nativos en los principales puntos de atracción de este Plenilunio de otoño.

Algunos datos

Sin datos concretos a la hora de cerrar esta edición sobre el número de personas que salió ayer a la calle en Santa Cruz (decenas de miles) sí se dieron a conocer algunas cifras significativas. Por ejemplo, por el Fuerte de Almeyda pasaron cerca de 2.000 personas que, entre otros atractivos, pudieron presenciar una espectacular recreación de la batalla de Troina (Sicilia) en 1943. Respecto al Palacio de Carta y sus representaciones teatrales se dispensaron 800 entradas para los 10 pases hasta las 23:00 horas. Y, por último, a las 20:30 horas de ayer se habían contabilizado un total de 1.600 visitantes entre el Museo de la Naturaleza y el Hombre y el Castillo de San Cristóbal .