Los últimos días han sido intensos en el lugar que ha ocupado históricamente el quiosco de la plaza Weyler, cerrado desde hace mes y medio por reformas. Detrás de las vallas se ultiman todos los detalles para la ansiada reapertura de uno de los espacios públicos más emblemáticos de la capital tinerfeña que tendrá lugar el próximo miércoles. "El kubo de la Weyler se enciende". Este es el lema con el cual Rafael Macía, propietario, resumía para este periódico el inicio de la nueva etapa.

"Kubo", por la forma, y encendido, por la luz. Son las razones de la frase de Macía, quien mostraba su orgullo al exponer: "La obra comenzó el 1 de agosto y después de algún problemilla en el arranque las retomamos el día 15 por lo que hemos culminado el proyecto en 30 días".

"Hemos utilizado, apunta el propietario, la técnica en seco elaborándose la estructura metálica de acero en un taller ubicado en los aparcamientos del colegio Casa Azul del Puerto de la Cruz. La trajimos desde allí y la ensamblamos para la posterior instalación eléctrica y del agua. Está recubierta de madera por dentro y por fuera. Queda como una doble caja de diez centímetros de ancho".

Macía recordó que "esta técnica tiene un mínimo impacto y el resultado es una escultura de cristal luminosa, que tendrá un gran efecto visual, de mucha calidad y belleza. De día es un espejo que refleja la vegetación, los edificios o a los transeúntes. De noche se muestra como un gran cubo con luminarias led de 32 colores. Son 32 tonos a elegir. Por ejemplo, si gana el Tete serán el blanco y el azul (se ríe)".

Rafael explica que "nuestra intención es molestar lo menos posible a los vecinos. De ahí que el cierre lo hayamos establecido a las once o como mucho a las doce de la noche".

No es la única declaración de intenciones para el nuevo quiosco de la plaza Weyler. Macía indica al respecto: "La idea es aunar lo nuevo y lo de siempre en este espacio con tanta historia".

Apostilló el empresario que "será el mismo personal que servirá los mismos cafés y las mismas cervezas, pero con un nuevo atractivo, el que aporta la carta de platos de gastrobar al mediodía y por la noche".

Aunque el promotor no quiso dar cifras, cuando se firmó el acuerdo inicial, fuentes municipal especificaron que la inversión superaría los 150.000 euros para culminar una infraestructura moderna que combina con el entorno. Un Bien de Interés Cultural (BIC), zona de tránsito e histórica de gran importancia para Santa Cruz. El "kubo" de la plaza Weyler se encenderá el miércoles.