El Cabildo de Tenerife ha dado el primer paso para iniciar el control de las cabras asilvestradas detectadas en varios puntos de la Isla sensibles desde el punto de vista medioambiental.

En el último consejo de gobierno, celebrado la pasada semana, la Corporación insular aprobó una encomienda a la empresa pública Gestión y Planeamiento Territorial y Medioambiental (Gesplan), para la realización de un estudio sobre la presencia de este ganado en los parques rurales de Anaga y Teno.

El presupuesto destinado a tal fin asciende a 32.092 euros y el plazo de ejecución que tiene la empresa pública para llevar a cabo el trabajo es de cinco meses a partir de la aprobación de la encomienda.

El Cabildo remarca que los parques rurales de Anaga-Reserva de la Biosfera y Teno son dos de los espacios naturales de Tenerife que albergan la mayor biodiversidad de Canarias y reconoce que en los últimos años se ha venido constatando la presencia de ganado asilvestrado, especialmente caprino, que sin el cuidado de una persona que controle su pastoreo en el entorno natural provoca daños a la flora autóctona y pone en peligro la biodiversidad y la supervivencia de algunas especies.

Para buscar una solución al problema se ha encargado la realización del mencionado diagnóstico de la problemática social que ha propiciado el abandono del ganado, que en otras épocas pastaba de forma controlada, y de la percepción que tiene la sociedad sobre el tema, con la finalidad de paliar los efectos negativos sobre la biodiversidad natural de estos territorios.

Cabe recordar que esta misma semana vecinos de Lomo de Las Bodegas, en el macizo de Anaga, expresaron su preocupación por el aumento de este ganado en la zona durante los últimos años, y denunciaron los daños que están produciendo estos animales asilvestrados tanto en la flora autóctona como en cultivos privados.

"Arrancan ramas de árboles frutales que luego no vuelven a retoñar, destrozan huertas de papas y hasta derriban paredes", indicaron los afectados.

Una problemática que, en cualquier caso, no es exclusiva de esta isla, pues también se han tenido que enfrentar a ella en La Gomera y Gran Canaria, donde los métodos utilizados para su control han sido criticados por algunas asociaciones ecologistas.

Precisamente, y tras conocerse los resultados del estudio, el Cabildo deberá determinar qué tipo de alternativa usa para la captura de estos animales.