Recorrer la semana pasada Los Gladiolos supuso encontrar "mucha más actividad de la habitual", según los vecinos. Operarios arreglando muros, jardineros dejando los alcorques como una patena o vehículos de servicios públicos circulando de un lado para otro. "Es que vienen las elecciones" apuntan irónicos los residentes en este barrio de aluvión, habitado desde hace más de 40 años por gentes llegadas de otros lugares que luchan por consolidar sus señas de identidad y superar la lacra del desempleo.

Más bien escépticos porque "son ya muchos años de promesas sin cumplir", recuerdan, por ejemplo, un Plan de Mejora para los barrios que despertó muchas expectativas en la época de Zerolo como alcalde. Lo entienden "fallido y sin continuidad" porque apenas quedan como huellas los grandes números-escultura diseñados para señalizar cada bloque o las losetas con el dibujo del chicharro impreso.

La falta de limpieza "tanto de calles como de jardines" es una de las principales quejas aunque también con autocrítica: "Hay quien ensucia mucho y se nota más, pero suelen pasar poco por aquí salvo en elecciones".

Los vecinos se quejan de que "hay poco mobiliario urbano, papeleras y bancos, y hacen falta más parques, en general e infantiles, o colocar rampas y barandas entre los bloques".

Coches aparcados en espacios peatonales o motos a toda velocidad por donde transitan mayores o niños forman "un paisaje habitual". Solicitan "mayor presencia policial porque hay sensación de inseguridad en algunas zonas concretas y a determinadas horas, sobre todo en los paseos entre bloques. Y aumenta los fines de semana. Sería interesante retomar la idea de la policía de proximidad o de barrio".

Otra queja: la falta de accesibilidad. "Rampas más bien hay pocas y al otro lado mucha gente mayor o con graves problemas de movilidad".

Pero lo que más preocupa es el paro con la crisis que ha propiciado la economía sumergida porque "sin los cáncamos mucha gente no llegaría a fin de mes". Además, como en casi toda la ciudad, los hijos han vuelto a casa y ahora conviven con padres y abuelos por una "olla común".

Pese a la parálisis en las actividades de la asociación de vecinos Achamán, "se mantienen los bailes de la tercera edad o las clases particulares. Allí ensayan grupos del Carnaval".

Hay ganas de hacer cosas, pero la sensación de que falta "un proyecto claro de futuro para el barrio, un plan de viabilidad con el que poder superar la crisis".

Las comunidades de vecinos funcionan "más o menos bien, con excepciones. Paga casi siempre la mitad, pero nos mantenemos" apuntan, para a continuación añadir: "Pero tal vez haga falta una rehabilitación estructural de los edificios que ya acusan el paso del tiempo".

Los Gladiolos es un producto de sus gentes, humildes y trabajadoras. Pero, aseguran, "falta identidad, más señas que nos unan porque existe cierto desarraigo. Y, por supuesto, más unión al afrontar los problemas".

Se sienten "algo abandonados por las instituciones", sobre todo el Ayuntamiento de Santa Cruz. Pero, en general, "por los políticos que solo vienen cada cuatro años en busca del voto. Ahora los estamos esperando".

Los Gladiolos: 33 bloques de viviendas y casi 9.000 personas entre El Chapatal, Azorín, La Salle, Somosierra, Tío Pino, Cruz del Señor... El corazón de Santa Cruz, tan cerca del centro, pero a veces tan lejos en las sensaciones (o no). Más de cuarenta años en busca de una identidad.

Nombre y situación

Las flores y la tipología son los referentes para encontrar el origen. Se diferencia del cercano núcleo de Los Verodes e incluye 33 bloques con dos zonas: del 20 hacia abajo, Los Faroles, y hacia arriba, Los Gladiolos. Un gran cuadrado desde la calle Valle Inclán, en el límite con Azorín y la Cepsa, y de la avenida Benito Pérez Armas a Alcalde Mandillo Tejera y García Ramos. A unos 3 kilómetros del centro, pertenece al Distrito Salud-La Salle.

Población

Una cosa son los datos oficiales y otra la realidad. Los primeros apuntan a un descenso desde casi 10.000 personas en 2005 a 8.681 en 2010. La segunda plantea más de 9.000.

Reseña histórica

Las familias llegaron desde barrios como Los Llanos o Buenavista o islas como La Palma, aunque muchos ya establecidos en Tenerife. A finales de los sesenta del siglo pasado comenzó la construcción de viviendas sociales vinculadas al trabajo en la Refinería. Los bloques son de 12 pisos y 48 viviendas, o bien de 6. En Los Faroles, hasta de tres plantas.

Servicios

Dotaciones públicas: centro de salud, colegios Los Verodes y Los Dragos, institutos de FP y Secundaria, el centro de Inserción Mercedes Pinto (Tenerife I) o el de día Isidro Rodríguez Castro.

Fiestas

En honor de San Alfonso María de Ligorio y San Pompilio Pirrotti, a principios de agosto.

Movimiento vecinal

La AV Achamán tiene un local amplio y desaprovechado por problemas internos los últimos años. Revitalizarla es un objetivo. Los Candiles es la de Los Faroles, del bloque 20 al 31. Y también coexisten Chimboy y la Plataforma de Defensa del Polígono.

Conchi Portugués

María Concepción Portugués Herrera, Conchi para todos, lleva más de 40 años residiendo en Los Gladiolos. Vecina del bloque 11, ama de casa y mujer luchadora. El perfil medio de una zona en la que se han reencontrado en la misma "casa nido" tres generaciones.

LA RADIOGRAFÍA

EL PERSONAJE