El diseñador Guillermo (Willy) Jorge y el exgerente del Organismo Autónomo de Fiestas (OAF) de Santa Cruz, Francisco Javier Trujillo, se enfrentan a penas de entre seis meses hasta tres años de prisión por sendos delitos de lesiones por imprudencia, a raíz de las heridas de gravedad por quemaduras sufridas por la joven Saida Prieto en la gala de la Reina del Carnaval de 2013. La magistrada del Juzgado de Instrucción número 1 de Santa Cruz de Tenerife dictó ya el auto por el que se cierra la investigación.

La autoridad judicial da 10 días a las partes para que formulen escrito de acusación y pedir la apertura del juicio oral.

Según el auto, el 1 de febrero de 2013, Willy Jorge pidió permiso para utilizar "fuegos fríos al considerar que su uso era inocuo". Tres días más tarde, el exgerente de Fiestas comentó en una reunión para dar instrucciones sobre las labores a realizar en la Gala por el personal de Producción que el diseñador del traje de la candidata número 9 pidió la citada autorización. Pero ese dato no lo incluyó en la escaleta (orden de intervenciones) de la Gala. Y el 4 de febrero se emitió un escrito en el que el directivo de Fiestas dijo "se permite el uso de fuegos fríos en el momento en que su candidata está sobre el escenario. Debiendo indicarnos en qué momento será dicha ejecución para poder establecer la seguridad que corresponde". Pero el autor de la fantasía interesado no recogió el permiso, según consta en el documento judicial. Y el día 6 de dicho mes tuvo lugar la gala, donde el diseñador incluyó unos "cañones de fuego frío, montando a su libre albedrío una fuente de alimentación (batería), un circuito eléctrico, un disparador y unos artificios pirotécnicos".

En el comercio donde compró los artefactos le dijeron al diseñador, a través de un amigo, que la intención de Jorge "era un disparate, toda vez que el producto no está diseñado para eso" y que "se pone en grave riesgo a las personas; como llegue una chispa de este a la tela, se enciende".

Según el auto, Willy Jorge hizo caso omiso a las advertencias y obvió las instrucciones de uso que el producto tenía. La jueza asegura que el exgerente de Fiestas, pese a saber que se iban a usar fuegos fríos, "no adoptó las medidas de seguridad necesarias (...), ni comprobó ni ordenó que se hicieran las pruebas necesarias en el traje" diseñado por Jorge, conforme al Plan de Autoprotección y Seguridad de la Gala. La magistrada advierte de que Fiestas no advirtió a la Sección de Protección Civil del Ayuntamiento la inclusión de los fuegos fríos.

En el auto se dice que "pese a que la utilización de fuegos fríos en interiores era sumamente peligrosa (...)", Fiestas "solo exigió que se indicara el momento del disparo, y no controles preceptivos ni requisitos extraordinarios, autorización que, por otro lado, no fue retirada por don Guillermo Jorge y al que únicamente se le comunicó posteriormente por teléfono".

Saida Prieto sufre graves secuelas físicas y psíquicas como consecuencia de las lesiones.

José Pérez Ventura: "El concejal debe ser imputado"

El abogado de la acusación popular, José Pérez Ventura (IU), opina que el auto "es correcto, pero está incompleto, porque también debería estar imputado el concejal de Fiestas, Fernando Ballesteros, por lo que vamos a recurrirlo". Para Pérez Ventura, más allá de las responsabilidades penales, "se tienen que asumir responsabilidades políticas, ante un auto demoledor". El letrado califica de grave el hecho de que el director de la gala desconociera lo que era el Puesto de Mando Avanzado, ni formación sobre el Plan de Seguridad. Ese desconocimiento también se dio en el personal de Fiestas que fue testigo del suceso, según el citado abogado.